La cita es en la sede de la Fundación Gomaespuma (www.fundaciongomaespuma.org) en el norte de Madrid. La mitad de este particular dúo de periodistas, Juan Luis Cano, está esperando escuchando al gran Enrique Morente. “¿Una entrevista de economía dices? Bueno, pero tampoco quiero que quede mucho de coña, ¿eh?”, es lo primero que apunta el periodista. Empezamos…

–         Te voy diciendo términos económicos y tú me dices lo primero que se te venga a la cabeza.

–         Venga

–         Si yo te digo prima de riesgo tú me dices…

–         Que es un coñazo, pero es la medida de lo que se fían los que prestan el dinero a un país.

–         Y si te hablo de la quita

–         No, no la quita nadie. Ahí está todo el día dando el coñazo… (risas)

–         Crisis

–         Una gran mentira en la que nos han metido los que apostaron por un modelo que no funciona. Y ahí están, estrujándonos. Apostaron por un caballo perdedor.

–         Crédito:

–         Morriña, pasado, pretérito, nostalgia

–         Desahucio:

–         Una vuelta de tuerca más de quienes tienen el poder real en esta sociedad

–         Define capitalismo:

–         Fue un invento que se creó como un instrumento para generar riqueza pero que poco a poco ha ido inclinando la balanza hacia su lado de tal forma que ha fagocitado todo lo bueno.

–         Dinero:

–         Es una cosa que ha pasado de ser un medio a ser un fin

–         Reforma laboral:

–         Es algo necesario si quieres seguir comulgando con la rueda del molino que pone Alemania y que parece que sólo beneficia, a priori, a una parte de los actores.

–         Paro:

–         Es la desembocadura de todo lo anterior. Se habla muy alegremente de ajustes sin pensar que detrás de ellos hay gente.

–         Impuestos

–         Lo que pagamos algunos

–         ¿Cómo crees que hemos llegado a la actual situación en España?

–         Esto pasa porque formamos parte de una cosa común, que es el euro, y porque nos hemos impuesto unas reglas nórdicas olvidando que somos mediterráneos. Y todo además jaleando la golfería. Que se siguen aplaudiendo los corruptos y que si devolvieran el dinero que se han llevado estos manguetas seguro que la deuda se quedaba a la mitad. Yo no digo que los trabajadores no tengan que ajustarse el cinturón, pero los bancos debieran de hacer lo que es su obligación, prestar dinero. Y si además el BCE prestara a los Estados el dinero al mismo tipo de interés que se lo está dando a los bancos seguro que se solucionaban muchas cosas. Pero parece que no interesa.

Y la guinda final que no tiene que ver con economía: “Yo soy ateo, pero no por una cuestión de fe, valga la paradoja. Yo llegué a la conclusión de que Dios no existía porque he leído mucho de historia de las religiones, yo sé un huevo de religión”… Más risas.