Esto es lo que ha ocurrido hoy a cuenta de la Sanidad y demuestra hasta que punto la ausencia de una política económica coherente por parte del Gobierno de Rajoy sigue dañando la credibilidad del Ejecutivo.
Primero fue el ministro de Economía, Luis de Guindos, el que en unas declaraciones realizadas el lunes por la mañana a la Cadena Ser se mostró partidario de abrir un debate entre la administración central y las comunidades autónomas por ejemplo “si tenemos que proveer los servicios sanitarios gratuitos por ejemplo a quien gane más de 100.000 euros».
Sin embargo, poco tiempo después de estas declaraciones el PP convocaba una rueda de prensa esa misma mañana de su secretario de Organización y electoral, Carlos Floriano, en la que el dirigente popular desautorizó al ministro cuando fue preguntado por lo expuesto por Luis de Guindos.

Floriano calificó de «reflexión personal» del ministro estas palabras, como si un miembro del Gobierno pudiera hablar de asuntos de su competencia a título personal, y señaló que el Partido Popular trabaja por una sanidad «sostenible, universal y gratuita en el tiempo», citando las declaraciones que en este sentido ha hecho reiteradamente la ministra de Sanidad, Ana Mato. «El PP siempre ha sido partidario de la gratuidad de la sanidad, como no puede ser de otra manera», dijo, tras ser preguntado por el anuncio del ministro.

«Las palabras del señor De Guindos las enmarco en una reflexión de carácter personal», añadió Carlos Floriano mientras Rajoy, jefe de los dos guardaba silencio, y apoyándose en otro miembro del Gobierno (Ana Mato) como argumento de autoridad frente a otro integrante del ejecutivo popular.

Hasta ahora las discrepancias más profundas se habían producido entre el ministro de Hacienda y Presupuestos, Cristóbal Montoro, y el de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aunque en casos como la cifra de déficit las opiniones fueron distintas con más de dos ministros. Ahora entran en liza nuevos responsables del Ejecutivo y lo que empieza a ser también sorprendente del propio Partido Popular que se supone está para apoyar la labor de Gobierno.

Luis de Guindos es la cara que está utilizando fundamentalmente el presidente del Gobierno para hacer llegar mensajes al exterior pero en no pocas ocasiones las opiniones del titular de Economía chocan con otras posiciones dentro del Gobierno y del Partido Popular sobre todo en los temas más sensibles políticamente.

En el caso en concreto de la Sanidad Floriano dijo que el Gobierno se ha encontrado con una deuda de 15.000 millones de euros a proveedores de los Gobiernos socialistas y, por tanto, su objetivo es buscar la sostenibilidad del sistema con reformas para poner a cero la deuda de la sanidad. El dirigente popular indicó que la intención del Gobierno es realizar las reformas en los términos planteados por la ministra de Sanidad y en concreto al desarrollo de la llamada cartera de servicios básicos única para todo el país con el objetivo de que todos los españoles tengan los mismos derechos sanitarios independientemente del lugar en el que residan; la central de compras, para abaratar los costes una tarjeta única válida en toda España.

El Gobierno descarta que los ciudadanos paguen por la asistencia sanitaria y precisa que la posible progresividad en función de la renta apuntada este lunes por el ministro de Economía y Competitividad se está estudiando únicamente para los medicamentos. Fuentes gubernamentales han explicado a Europa Press que la posición del Ejecutivo será llevada al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para su discusión con las comunidades autónomas antes de finales de abril, ya que se pretende que salga adelante con el máximo acuerdo.