Y es que hablar de recesión sin más es quedarse corto si no se explican sus consecuencias y la principal de ellas es que se sigue destruyendo empleo y cada vez son más los españoles sin trabajo. Todo ello en un trimestre con la aplicación de una reforma laboral que, no solo ha traído más empleo sino, como parece, se ha aplicado acompañada de la destrucción del mismo.

El propio Banco de España señala en su informe conocido el lunes que la EPA del primer trimestre que se conocerá el viernes situará la tasa de paro en el entorno del 24 por ciento frente al 22,8% de finales de 2011, pero otros expertos han cuantificado cual será la subida que se espera en términos absolutos.

Es el caso de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y el Instituto Flores de Lemus que prevén que el primer trimestre del año se ha cerrado con una cifra de desempleados medidos en términos EPA de unos 5,65 millones de personas. Es decir un aumento en el primer trimestre de  casi cuatrocientos mil parados: 394.000 en concreto.

Según las previsiones  de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y la patronal de grandes empresas de trabajo temporal (Agett) en el primer trimestre se habrán destruido 436.000 puestos de trabajo si la población activa se ha mantenido estancada, con una caída interanual de la ocupación del 4,3%, lo que situará el volumen total de ocupados en 17,37 millones.

Por su parte, el Instituto Flores de Lemus considera que entre enero y marzo se ha continuado intensificando el deterioro del empleo que comentó en el tercer trimestre de 2011 y todo ello pese a la reforma laboral. Con ello considera que la tasa de paro se elevara al 24,6% en el primer trimestre de este año, alcanzando los 5,65 millones de desempleados. Sus previsiones son que el año se cierre con una tasa de paro del 25%.

Empleo: ni está ni se le espera

El aumento del paro se producirá por tanto con la reforma laboral en pleno vigor y aunque el Banco de España asegura que los efectos de la misma sobre el empleo no serán inmediatos sino para el momento en el que se haya superado la situación de debilidad de la actividad, lo cierto es que en este momento parece que en medio de esa modificación del marco de relaciones laborales los puestos de trabajo ni están ni se les esperan todavía.

El año pasado acabó con 5.273.600 personas sin trabajo –la cifra absoluta más alta de la historia– según los datos de la EPA difundidos por el INE, lo que supuso una tasa de paro del 22,85% la mayor desde el primer trimestre de 1995, cuando llegó al 23,49%.