Ante quinientos empresarios y economistas catalanes, Montoro ha pedido a las administraciones catalanas que dejen de “fantasear”, porque los recursos son limitados y se tiene que priorizar la recuperación de la confianza de los mercados, que son en definitiva a quienes debemos dinero. En ese sentido, pidió a las administraciones catalanas que se comprometan con «objetivos realistas» para conseguir que España salga de la crisis.

Tras declarar que España no saldrá de la crisis “sin Cataluña”, dado el dinamismo y el espíritu emprendedor que caracteriza su economía, Montoro ha cuestionado la reivindicación del pacto fiscal que realiza el gobierno catalán de CiU porque, a juicio del ministro, “no hay que confundir la financiación de una administración con la financiación del ciudadano”. En ese sentido, ha subrayado que “no siempre más financiación se traduce en más renta para el ciudadano, porque la identificación de los gobiernos y el bienestar de la gente es una confusión política que no conviene”.

En declaraciones a los periodistas tras pronunciar una conferencia organizada por el Círculo de Economía, Montoro ha pedido a las administraciones catalanas que se comprometan con «objetivos realistas» para conseguir que España salga de la crisis. En esa línea, ha asegurado que «la privatización de determinados ámbitos de servicios públicos» es un aspecto del plan de ajuste que se está negociando con la Generalitat. Un plan de ajuste que también se tratará en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera del jueves, que, según Montoro, acaparará la atención de todos los agentes económicos europeos y los mercados. «Seguimos trabajando con la Generalitat en su plan para que quede completo y para que sea fiable, sea creíble y sea realista, también en lo que se refiere a políticas que a través de la privatización de determinados ámbitos de servicios públicos pueda completar la consecución del objetivo de déficit público», ha dicho el ministro, que sin embargo, no ha precisado a qué ámbitos afectarían estas privatizaciones.

En cuanto al compás de espera en la formación del gobierno asturiano, tras las elecciones autonómicas de finales de marzo, Montoro ha advertido que será su departamento quien intervendrá esa comunidad, una decisión que adoptará el próximo jueves. Igualmente, el ministro ha avanzado que el Ministerio de Hacienda será quien elabore los presupuestos de los 2.000 ayuntamientos que no pueden pagar a los proveedores y no cuentan con un plan de ajuste. Unos presupuestos que estarán listos este mismo verano, “antes de vacaciones”, adelanta.

En una conferencia en la que Montoro no ha aceptado que en España se debata sobre el binomio “austeridad-crecimiento”, porque a su juicio “el objetivo prioritario es pagar las facturas”,  el ministro ha insistido en que no hay otra salida que reducir el déficit público para reducir la dependencia de la financiación exterior, y que se puede debatir la velocidad o el cómo, pero no el ajuste en sí: «O pagamos, o nos van a hacer ajuste, y no hablo de la intervención, sino de ajuste por el mercado».

Montoro ha defendido que la única política de apoyo al crecimiento que puede hacer España mientras trabaja para reducir el déficit es la de seleccionar los impuestos y los gastos públicos menos perjudiciales y la «basada en reformas estructurales». Sobre la reforma laboral, ha dicho que será «fructífera y eficaz» para responder a la crisis, y que la de las administraciones viene exigida por el alto déficit público.

En cuanto a la reforma financiera, reconoció que es “low cost” porque “las administraciones siempre tienen que velar por el mínimo coste”. Sobre el último decreto aprobado el pasado viernes para completar el saneamiento inmobiliario, el ministro ha reclamado que el objetivo no es otro que la banca española sea más eficiente y pueda captar recursos en los mercados exteriores. En relación a los activos inmobiliarios, ha recomendado que “cuanto más tardemos en sacarlos, menos sabremos lo que valen”.