Muchos mensajes, pero pocas concreciones. Así se ha mostrado Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, en los Desayunos de Europa Press. Ha anunciado «esfuerzos adicionales para garantizar la reducción del déficit«, que tendrán lugar en «distintos componentes de la Administración» y que se conocerán «en las próximas semanas«. Pero ha rechazado dar más detalles, o si entre esos esfuerzos adicionales figurarán algunas de medidas que la Comisión Europea y organismos como el FMI recomiendan: la subida del IVA, la reducción del sueldo y del número de funcionarios públicos, la eliminación de la deducción fiscal por compra de vivienda habitual. La idea a transmitir es que «el Gobierno tomará las decisiones que sean imprescindibles» para cumplir con su compromiso de reducción del déficit, tras las palabras de ayer del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre que que es el momento de «pisar el acelerador» de los ajustes y de las reformas. El matiz que aporta De Guindos es que la senda “obligada y absoluta” de reducción del déficit debe ser “compatible” con una situación de recesión en la economía española.

De Guindos aprovecha para reclamar a las comunidades autónomas un esfuerzo mayor para sanear sus cuentas, y deja caer que algunas Administraciones Públicas, nuevamente sin concretar alguna, han hecho un ajuste «menos importante» del necesario.

También considera que la economía española «sigue sujeta a una serie de trabas que dificultan su crecimiento«. Esto tiene una interpretación positiva, ya que genera «oportunidades de avanzar en su flexibilización«. Pero exige otro «esfuerzo adicional» en las reformas estructurales para  avanzar sustancialmente en la liberalización de mercados y bienes. Otra vez, sin dar pistas.

Defiende como “extremadamente prudente” la previsión del Gobierno sobre que la economía española caerá el 1,7% este año, lo que deja la duda sobre si la caída va a ser mayor o no. Y lamenta que “la capacidad y el dinamismo de la economía española, con las empresas ganando cuota en los mercados internacionales, queden en un segundo plano por los desequilibrios”, `pero subraya que “están ahí”, y que “hay tendencias subyacentes en la economía española que animan al optimismo”.

Luis de Guindos considera «positivo» el dato de paro en junio, que bajó en más de 98.000 personas, confía en que la evolución en los próximos meses vaya en esa línea, pero elude responder a la pregunta sobre si este descenso supone un punto de inflexión para el mercado laboral “Lo último que voy a hacer como ministro es generar falsas expectativas, porque estamos en una situación muy complicada”, argumenta.

Negociación del memorándum

Tampoco es que Luis de Guindos se haya explayado sobre el crédito a la banca española. Se limita a señalar que el proceso de negociación está «bastante avanzado» y que el memorándum estará listo para la reunión del Eurogrupo prevista para el 9 de julio. Que las sociedades de gestión de activos formarán parte del memorándum y serán obligatorias para las entidades financieras que reciban ayudas. Y que no se fijará lo que necesite cada entidad hasta conocer los resultados de las auditorías, pruebas de resistencia y otras investigaciones externas adicionales.

El ministro de Economía sólo se muestra tajante al rechazar la posibilidad de que países como Finlandia y Holanda puedan bloquear la decisión del Consejo Europeo de la semana pasada sobre la compra de deuda pública de España o de Italia por parte del fondo permanente o Mede. «Las conclusiones de la cumbre son claras«, zanja.