– ¿Cuándo fundaste Menéame y cómo surgió la idea?

Lo co-fundé con Ricardo Galli en diciembre del 2005. En USA funcionaba digg.com desde hacía un año, nos parecía una buena idea, aún no había un equivalente en España. En aquel momento no sabíamos si estábamos trabajando en un proyecto de software libre o en una home de noticias; es lo que tiene ser informáticos. Al final fue un lugar de noticias y ha sido impagable la experiencia de hacer algo diferente, de aprender tanto acerca de comunidades y conversaciones en la red.

– ¿Qué habías hecho antes?

Soy un contable al que le gustaban los ordenadores y aprendió a programar. La empresa de informática proveedora de donde trabajaba me contrató tras ver las modificaciones que había hecho en un programa. Tras pasar por todos los puestos técnicos disponibles en aquella empresa, me convertí en autónomo.

– ¿Tienes algún otro negocio aparte de Menéame?

Sigo con mi trabajo en software libre, al que se añade la consultoría sobre cómo estar y moverse por la red –lo llaman «Social Media» pero prefiero llamarle el «Sentido Común» de toda la vida.

– ¿Cuántos usuarios tiene Menéame y de qué se nutre?

Somos dos empleados, Ricardo y yo. Pagamos dos colaboradores a tiempo parcial para detectar abusos. También hay un abogado. En cuanto a usuarios, contamos con la colaboración impagable de una veintena que usan herramientas para la administración del lugar. El resto está compuesto por un núcleo de un par de miles de usuarios muy activos. Aparte, hay visitantes y comentaristas ocasionales. En total son unos 300.000 visitantes únicos diarios y 3 millones al mes que vieron alrededor de 30 millones de páginas en visitas de unos 7 minutos. La mayoría llega a Menéame porque teclea la dirección en el navegador. Los ingresos de menéame se limitan a la publicidad que aparece en las páginas.

– ¿Crees que se valora a los emprendedores en este país?

No, y la primera evidencia es que se hacen llamar emprendedores para caer mejor. Son empresarios en fase embrionaria, pero el empresario aquí es visto como un presunto explotador y hay que huir de ese nombre como sea. En este país ser empresario (o emprendedor) significa ser sospechoso de fraude para la administración y de explotador para la sociedad. Es como entrar a una gran superficie con mochila: automáticamente te tratan como a un ladrón.

– ¿Cómo surgió la idea de la protesta en Twitter por la subida de la retención de los autónomos?

La semana pasada asistí a las jornadas de Talentya.com y había un día dedicado a los emprendedores. Se habló de lo complicado que es en España debido a la burocracia y al coste de la cuota de autónomos. Comenté que había oído hablar de emprendedores que se daban de baja algunos meses al año para reducir gastos, sobre todo en el momento actual de crisis. Otros asistentes dijeron que también lo habían visto e incluso, practicado. Después de cenar, abrí Twitter y ví la noticia del aumento del IRPF al 21%. Mucha gente estaba enfadada y se me ocurrió lanzar el tuit «Autónomos ¿Y si nos damos de baja en masa?» (https://twitter.com/benjami/status/223923083403210752). Tuvo un éxito relativo vista la hora que era y me sirvió para descubrir que ya existía el hashtag #bajaAutonomos

Al día siguiente, mi pareja (@asdevargas), comentó que era mejor una protesta que la baja: un mes o dos de baja masiva sonaba a protesta formal mientras que la baja sin precisar, sonaba desorganizado. Intentamos cuantificar la protesta de un mes: buscamos el número de autónomos, encontré la cifra de tres millones y envié el tuit que lo empezó todo. Estrené el hasthtag #huelgaAutonomos porque «huelga» se acercaba mejor al concepto de protesta formal (https://twitter.com/benjami/status/224105163114295298).

– ¿Cómo está yendo la iniciativa?

Al día siguiente revisé el hashtag y vi que había un tuit cada dos minutos. Me sorprendió y quise que tuviese continuación. Hacía falta un lugar más estable porque las redes sociales son fugaces. Abrí el blog como lugar donde destacar las ideas más importantes, un foro y wiki para elaborarlas con más extensión que en Twitter. Después,  El Confidencial se hizo eco de la historia y llegamos a la portada de Menéame. Ese fue otro salto cualitativo. En este momento el blog registra casi 10.000 visitas en cuatro días.

En cuanto qué me han transmitido, me resulta extraño tener que evaluarlo como si fuese el centro de la propuesta. Tengo muy claro que hay que despersonalizarlo. Me gustaría que mucha gente sienta que la idea es también suya. Hasta ahora no ha sido nada difícil, y por eso ha funcionado –de momento. Es abrumadora la cantidad de apoyos y voluntades para seguir algún tipo de protesta. Apenas plantean críticas, sólo expresan miedo por protestar o hacen preguntas acerca cómo darse de baja sin hacer nada ilegal.

Está claro que muchos autónomos buscan cómo pagar menos. No es para ganar más de lo que ganan, sino para subsistir. Eso sí lo han transmitido, pero no sólo a mi, basta leerles. Cualquiera puede ver que tenemos que hacer algo. De momento usamos el blog para dispersar sus miedos y dudas sobre la legalidad de las protestas. Hablo en plural porque, afortunadamente, encontré gente inquieta que quiere hacer algo. Pero todavía tenemos que encontrar más colaboradores que escuchen a los autónomos y tengan algo que decir para ayudarles a protestar. No sé cómo continuará porque es importante observar qué sucede alrededor y ser orgánico, adaptarse a lo que transmitan. A menudo proyectamos nuestros gustos y expectativas a los proyectos en los que trabajamos. Nos empeñamos a que sucedan como imaginamos en el laboratorio de nuestra mente, que no tiene porque ser real ni práctico. En la planificación prematura está el mal de muchos proyectos.

Más información: http://huelgaautonomos.wordpress.com/2012/07/18/que-pedimos/

Lucía Martín. http://twitter.com/Luciamartin

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