Titulado en coordinar programas económicos

01:09h

En el diario El País del pasado día 19 se daba cuenta de las personas que la gestora provisional del PSOE había designado para coordinar su programa político y económico. En el mismo día, en ese mismo periódico, uno de los elegidos daba cuenta de las razones por las que había dicho sí al PSOE. La cuestión es que nada parece casual en el proceso que está viviendo el Partido Socialista, siendo eso sí, muy relevante para la sociedad lo que finalmente resulte. Digitalizar a alguien no es novedoso en nuestro país. Que el periódico más interesado en participar en la vida interna de los socialistas dé la noticia y que el coordinador del programa económico  congresual cuente las razones por las que ha "dicho que sí al PSOE"  es un hecho  de escasa relevancia, que además de fatuo parece  poco casual, si el periódico enlaza la noticia con los muchos artículos publicados por el modesto economista en dicho diario. Como diciendo es de los nuestros. Pero si además esas razones son del peso intelectual como: "Hillary Clinton ha tenido tres millones más de votos que Trump y el ideal socialdemócrata sigue siendo un instrumento eficaz para transformar la sociedad" y la conclusión del silogismo es casi un: por ello me encargan a mí, la cuestión, empieza a ser preocupante. Entre otras cosas porque si Hillary Clinton es considerada parte del ideal socialdemócrata, se necesitan más de un par de tardes para saber lo que es la socialdemocracia, el socialismo democrático o como se quiera denominar la ideología de progreso del S XXI. También alguna de historia  vendría bien pues el PSOE no se fundó para "para luchar contra la precariedad y la desigualdad en el empleo" y ni tampoco ese puede ser su objetivo prioritario en este momento. El PSOE fue, es y debe ser mucho más que la equidistancia entre Trump y Marinaleda, entre otras cosas ha de ser un instrumento de transformación social y una entidad cívica capaz  de hacer frente a las nuevas relaciones de dominación, explotación e injusticia que se están produciendo en la sociedad global. No se puede "luchar contra la post-verdad" siendo parte de ella, pues evidentemente Zapatero no fue el causante de la crisis económica internacional, pero sí el que la negara y adoptara medidas que no jugaban a favor de la mayoría de la ciudadanía que representaba.  Ciudadanía que  se manifestaba en la calle pidiendo otro tipo de gobernanza mientras Presidente y Vicepresidente del Gobierno se mostraban incapaces de dar respuesta alguna. Eso es tan verdad como mentira el que sea  esta la peor crisis económica desde la guerra civil. Eso es ignorar y ser injusto con las generaciones de españoles que han vivido gran parte de sus vidas en permanente crisis económica y asistencial,  hasta que en los años ochenta se sentaron las bases de un sistema de bienestar previsional y de cohesión social. Nadie va a negar que uno de los mayores problemas que tiene España en la actualidad es el empleo, pero cifrar el objetivo de nuevo en el mantra de alcanzar el “pleno empleo” cambiando cantidad por calidad es  no decir nada más que  transcribir lo que viene en  resoluciones y programas del PSOE desde hace más de veinte años. Una cosa es predicar y la otra dar trigo. Cambiar el modelo productivo, que es en definitiva de lo que se trata, estaba en los objetivos del gobierno Zapatero de 2004 y lo único que se hizo en aquel momento donde el ciclo crecía con una velocidad inusitada  fue favorecer el que la burbuja se inflara aún más para satisfacción de la derecha económica. Por otro lado en el 2025 el desarrollo tecnológico se habrá multiplicado mucho más que el 2% del empleo, dado que hay tecnologías que se ven superadas en tan sólo seis meses y cada paso es menos mano de obra y  de una altísima cualificación.  Por ello habrá que cambiar el modelo productivo por algo más que por la competitividad basada en precio y calidad que propone el coordinador,  e incorporar el factor de innovación como determinante. Además antes de hacer un replanteamiento de política económica socialdemócrata a medio y a largo plazo habrá que saber cómo se reconstruye, reinventa o  reconfigura el modelo sindical, pues no sé si los que predican hasta la saciedad su fe socialdemócrata no son conscientes de que para que el modelo funcione y se pueda producir una transformación que cree empleo de calidad y una efectiva  distribución de la renta y conseguir un funcionamiento eficiente de los mecanismos de cohesión social (sanidad, pensiones, asistencia social, cobertura del desempleo, educación, etc.) no es pensable hacerlo con éxito sin la existencia de sindicatos fuertes que tengan gran capacidad de negociación y liderazgo de los trabajadores. Difícil de conseguir no sólo para la perdida de reputación de los sindicatos sino porque el trabajo se está configurando de una manera muy diferente a como lo hemos conocido, el trabajo en la era industrial era de masas y en la tecnológico exacerba su individualismo. Ello por no decir que el problema del estado del bienestar no es de "mejora" es esencialmente  de financiación sabiendo hacer frente a la confluencia de prioridades complejas y  cambiantes del cual los flujos migratorios o la deslocalización son problemáticas de difícil solución y con tendencia a la permanencia. El objetivo no es que uno diga sí al PSOE, es que sus miembros actuales y los que en el futuro, sean capaces de atraer, abandonen el viejo concepto de "militante" y sus connotaciones cuarteleras y religiosas por las de "participantes en una entidad cívica" con capacidad de potenciar un proyecto mayoritario que dé respuesta a las incertidumbres y donde el liderazgo colectivo y la convicción de las políticas que se diseñen y ejecuten se hagan desde y para la mayoría.