Las posiciones cortas controlan casi el 10% del banco

Emilio Saracho accede a la presidencia del Popular entre la presión de los bajistas y el reto de la independencia

01:09h

El lunes 20 de febrero será un día bastante ajetreado en el Banco Popular. Un consejo de administración se celebrará horas antes de la junta general extraordinaria de accionistas (prevista para las 11,00 horas en el Ifema del Campo de las Naciones de Madrid). Alli el actual presidente, Ángel Ron, presentará su renuncia tras 12 años al frente de la entidad y dimitirá como consejero.

En ese momento, el consejo se suspenderá, para celebrar la junta extraordinaria, que será presidida por el vicepresidente del Popular, Roberto Higuera. En el orden del día, la designación como consejero de Emilio Saracho, requisito imprescindible para ser nombrado presidente del banco, y la ratificación como consejero delegado de Pedro Larena. Además, se votará una modificación de la política retributiva.

Tras la junta,  el consejo de administración volverá a reunirse para nombrar presidente del banco a Emilio Saracho.

Éste tomará posesión del cargo, con el reto de mantener la independencia del banco entre la presión de los bajistas y las dudas de los analistas. Encima de su mesa, el proyecto Sunrise, heredado de su antecesor, por el que el banco quiere sacar de su balance 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios a través de una sociedad que cotizará en Bolsa.

Sunrise y activos no estratégicos

Mientras se especula con que Saracho va a modificar el proyecto Sunrise, e incluso meterlo en el 'congelador', los analistas del HSBC creen que es el camino más sencillo para que el Popular se mantenga independiente. La salida a Bolsa de Sunrise ayudaría a reducir en un 55% el saldo de activos improductivos hasta 2019, en una previsión que califican de "conservadora".

Por su parte, los analistas de Bankinter creen que que cualquier avance en la aplicación del plan estratégico (diseñado en la etapa de Ron) será bien valorado por el mercado. Y pronostican que "probablemente" el Popular protagonice una operación corporativa "no inmediata", una vez conseguidos algunos de los  objetivos del plan de reestructuración.

Junto a Sunrise, Saracho tiene que acelerar la venta de activos improductivos, tanto a través de la red de sucursales del banco y de las oficinas específicas creadas para esta labor como mediante carteras a inversores institucionales, una vía apenas explorada al final del mandato de Ron.

El nuevo presidente tendrá que afrontar la venta de negocios considerados no estratégicos. En la presentación de resultados de 2016, Ron mencionó el ´"apetito" inversor por las filiales del banco en EEUU, México y Portugal. Saracho puede reactivar la venta de Popular Banca Privada, paralizada por Larena nada más acceder al cargo de consejero delegado. Y sacar al Popular de Targobank, donde está su socio, el francés Credit Mutuel.

La opción de una nueva ampliación de capital parece descartada porque "destruiría valor para los accionistas", cuando éstos están sufriendo que el Popular haya sido el peor valor del Ibex en 2016 y que se mantenga en tan incómoda posición en lo que va de año. "No es buena idea", afirman los analistas de HSBC, que sin embargo dan a la acción del Popular un potencial alcista del 50% (fijan un precio objetivo de 1,28 euros, cuando ahora cotiza a 0,83 euros, tras la bajada de calificación de Fitch, que coloca el valor en el nivel de 'bono basura').

Los analistas de Bankinter creen que el Banco Central Europeo (BCE) dará al nuevo presidente del Popular un "tiempo muerto" para que pueda trabajar en la reestructuración del grupo. No es una medida nueva, porque el BCE ya la ha aplicado en bancos italianos con muchos más problemas que el Popular, como el Monte dei Paschi di Siena o UniCredit, y en otras entidades europeas. Lo importante para estos expertos es que  una medida de este calibre, aunque no se haga oficial, “equivaldría a un cierto reconocimiento por parte del BCE de que las medidas recogidas en el plan estratégico tienen oportunidad de éxito”.

Crecen los ataques contra la cotización del Popular

En este contexto, crecen los ataques para forzar nuevas bajadas a la cotización del Popular. El último en aparecer con posiciones cortas superiores al 0,5% del Popular (que supone unos 18 millones de euros) es PDT Partners, uno de los fondos especulativos más activos de Wall Street.

PDT Partners se suma a la lista de fondos bajistas que acechan al Popular. AQR, Marshall Wace, Samlyn Capital y BlackRock, entre otros, suman el 9,88% del capital del banco, un récord histórico.

Esos movimientos especulativos, que están haciendo de oro a los bajistas, impiden que la cotización del Popular salga de la profunda depresión en la que está inmersa. Y dificulta que el mercado perciba la buena evolución del negocio principal del Popular, que es la banca de relación a largo plazo con familias, pymes y autónomos, entre otras actividades.

Es otra de las tareas que tendrá que afrontar el nuevo presidente del Banco Popular: levantar la cotización de la entidad.