Endesa obtuvo un beneficio neto de 292 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa una reducción del 50,8% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, cuando registró impactos positivos derivados del contexto de mercado, según explica la compañía en un comunicado. El recorte de los beneficios se explica por la caída del 26% de los ingresos, que alcanzaron los 5.547 millones de euros en el periodo de enero a marzo, mientras el  resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en los 1.079 millones de euros, con una caída del 26% respecto a los 1.462 millones en 2023. La compañía que dirige José Bogas recuerda que en el primer trimestre de 2023 se registró un récord histórico de Ebitda. Pese a este regular comportamiento del primer trimestre, la compañía reafirma su compromiso con los objetivos anunciados para el año en el pasado Capital Markets Day, con una previsión de un beneficio ordinario neto de entre 1.600 y 1.700 millones de euros para 2024. Además, en este primer trimestre Endesa registró el impacto ya en sus cuentas del impuesto extraordinario sobre las energéticas del Gobierno, que para el conjunto del ejercicio supondrá para la compañía unos 202 millones de euros. En el comunicado de Endesa también se explica que el flujo de caja de Endesa cerró el trimestre en positivo, con un total de 167 millones, pese al impacto del pago del laudo arbitral que le obligó a pagar 530 millones de euros a Qatar por revisión en los precios de los suministros de gas. La inversión de la compañía en el trimestre se mantuvo estable respecto al ejercicio anterior en 412 millones, con el 70% dedicado a redes y renovables. El 90% de la producción peninsular estuvo libre de emisiones, siete puntos más que en primer trimestre de 2023, con la capacidad renovable alcanzando los 10.000 megavatios (MW), tras sumar 700 MW en términos interanuales.