PP y Ciudadanos se quedan al margen

ERC, Comuns, CUP, PSC y Junts pactan no apoyarse en la extremaderecha en Cataluña

01:09h

[caption id="attachment_687984" align="alignnone" width="484"] Ferran Pedret (PSC), Lluis Mijoler (Comuns), David Caño CUP), Najat Driouech Ben Moussa (ERC), Alícia Romero (PSC), Glòria Freixa (Junts+) firmantes del acuerdo
LAFEDE.CAT[/caption] El PSC y Junts se han sumado al compromiso que ya firmaron ERC, Comuns y la CUP para no pactar con Vox ni con Alianza Catalana después de las elecciones catalanas, con el objetivo de combatir "el racismo y la extrema derecha" antes y después de los comicios. Según el documento, tanto Vox como Aliança Catalana (AC) suponen "una grave amenaza añadida a los derechos de casi todo el mundo", piensen lo que piensen sobre la independencia de Catalunya, y su presencia en las instituciones solo sirve para minar la democracia, textualmente. De este modo, con el siguiente compromiso los partidos firmantes se comprometen a no utilizar discursos de odio, a evitar la participación de estos partidos en debates o a rechazarles el diálogo, a no colaborar con ellos tras las elecciones, y también han hecho una llamada a apoyar opciones democráticas en los comicios. Los partidos firmantes han dado su apoyo a la iniciativa de la entidad Unidad contra el Fascismo y el Racismo, y se comprometen a no aceptar “ni por acción y omisión” los votos de “ninguna formación de extrema derecha para conformar una eventual mayoría de investidura ni de Govern”.

Las cinco formaciones políticas validan una declaración previa (firmada el 25 de abril únicamente por ERC, Comunes y CUP) en la que igualaba Aliança con Vox. “Aliança, igual que Vox, promueve el racismo, especialmente la islamofobia . Y como Vox, declara su apoyo a dirigentes ultras como Marine Le Pen (Francia) y Milei (Argentina)”, aseguraba el primer texto. El manifiesto de este miércoles permite incorporar finalmente a Junts y PSC en la exclusión de la extrema derecha tras las críticas de recibidas por el resto de partidos.

Además de evitar recibir sus votos, el documento también pide “impedir la presencia de la extrema derecha en la Mesa del Parlament”, evitar la presencia de la extrema derecha en cargos nominales de la Generalitat, y no suscribir ninguna de sus iniciativas políticas. “Todo ello para limitar la capacidad de la extrema derecha de abusar de los espacios democráticos para fomentar el odio y minar la propia democrática”, concluye el texto.

Vox cuenta actualmente con 11 diputados y las encuestas plantean una representación parlamentaria similar. Aliança Catalana tiene muchas posibilidades de acceder al Parlament, según todos los sondeos. Durante los debates televisivos, los partidos habían puesto en duda si Puigdemont aceptaría sus votos para impedir una posible investidura de Salvador Illa (PSC). Sílvia Orriols, candidata del partido ultra, ya anticipó hace dos días en una entrevista en La Razón que estaba dispuesta a dar una “segunda oportunidad” a Puigdemont.

La encuesta de EL PAÍS publicada el pasado lunes planteaba que la suma todos los partidos independentistas (Junts, ERC, CUP y Aliança) alcanzaban los 67 diputados, uno menos que la mayoría absoluta. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), también publicado el lunes, aseguraba que Aliança tenía un porcentaje de voto (4,4%) similar al de la CUP.