Con una puntuación de 4,3 sobre 5, Barcelona y Madrid encabezan la lista, seguidas de cerca por París, Roma y Lisboa, que obtienen una puntuación de 4,1, 4 y 3,9, respectivamente. El 'top 10' lo completan Ámsterdam, Milán, Londres, Florencia y Berlín, cada una con una puntuación que refleja su atractivo como destinos para la inversión en la industria hotelera.

En términos de evolución

Comparando con el mismo estudio realizado en 2022, Barcelona, Lisboa, Madrid, Roma y Florencia son las ciudades que experimentan un mayor crecimiento en atractivo, con incrementos que oscilan entre el 4% y el 10%. En contraste, Edimburgo y Estambul son las ciudades que registran los mayores descensos en su atractivo para la inversión hotelera, con caídas del 20% y 31%, respectivamente. Albert Grau, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España, destaca que la Península Ibérica sigue atrayendo inversiones gracias a su atractivo y solidez como destino, tanto urbano como vacacional. Grau señala que aunque los precios están en niveles saludables, todavía existen oportunidades de inversión, especialmente en destinos vacacionales y en la conversión de otros usos a hoteles en ciudades donde la normativa lo permite.

En cuanto al interés por regiones o países

La Península Ibérica lidera el ranking como la región más atractiva para la inversión hotelera en 2024, seguida por Italia y Francia. Esta tendencia refleja la continua confianza de los inversores en el mercado hotelero de la región. En términos de segmento, el informe revela que el lujo es el segmento que ha ganado más atractivo para los inversores desde el año 2019, seguido por los hoteles de categoría 'upper upscale'. Además, los resorts y los apartamentos con servicios son los activos más atractivos en cuanto a tipología y ubicación de establecimiento. En cuanto a disponibilidad de capital, más de la mitad de los inversores encuestados tienen entre 50 y 200 millones de euros para invertir en activos hoteleros en Europa durante 2024. Esta posición inversora robusta debería impulsar la actividad transaccional en regiones clave como España. El informe refleja así un panorama optimista para el sector hotelero en Europa, con ciudades como Barcelona y Madrid a la cabeza de la atracción de inversiones y un continuo interés por parte de los inversores en el mercado.