“La armonía es tan importante en la música como en la vida de las organizaciones, porque ese equilibrio en la composición de sus diferentes partes o notas es el motor del desarrollo continuo y sostenible”. Esta fue una de las ideas que difundió Fernando Botella, CEO de la consultora Think&Action y experto en liderazgo, talento e innovación, ante un auditorio expectante por escuchar su innovadora conferencia-concierto titulada Creciendo armónicamente,  que tuvo lugar en la Escuela de Organización Industrial (EOI) el pasado 30 de noviembre.

Compartiendo el escenario con la cantante y compositora Olga Román, Botella explicó cómo para él una organización armónica se identifica por contar con tres haches:
.- Humanidad. “Las relaciones entre sus miembros están basadas en el equilibrio, el respeto, la escucha y la empatía, en definitiva, en el principio yo bien, tú bien”.
.- Humor. “La gente con sentido del humor es más creativa, capaz de generar más y mejores ideas”.
.- Humildad. “Una organización no puede permitirse el lujo de caer en la autocomplacencia y perder la capacidad de aprendizaje y mejora continua, porque esta es la única garantía de supervivencia hoy”.

Siete notas
Según el CEO de Think&Act, son siete las notas de la armonía organizacional. Para explicar a los asistentes en qué consiste cada una, su alocución estuvo precedida por una interpretación musical de Olga Román acompañada por cuatro músicos. Estas son las siete notas:
.- Talento. “Una de las herramientas fundamentales del crecimiento armónico de profesionales y organizaciones es el desafío del status quo, pensar que, tal vez, como dice la canción de Olga Román, puede ser eso y todo lo contrario. Y para ello necesitamos grandes dosis de talento, que no es más que la combinación de conocimiento, creatividad, disposición al cambio y coraje. La mejora y el aprendizaje continuo necesitan de todos estos registros: capacidad para ver la realidad de una manera desacostumbrada y para asumir la necesidad del cambio, y valentía para llevarlo a cabo”, dijo Botella. Y advirtió sobre los tres componentes que diluyen el talento: el miedo, la autocomplacencia y el dogma: “Para crecer armónicamente hay que aceptar que siempre hay algo nuevo que aprender; no tener miedo a tomar decisiones y actuar, sabiendo al mismo tiempo que no siempre se puede tener razón y que existe la posibilidad de equivocarse.
.- Escucha activa. “La puerta del crecimiento y la mejora continua se abre desde la escucha activa. Es fundamental en las organizaciones que todos sus miembros estén dispuestos a escucharse y aprender los unos de otros. Cuando hablas, expresas algo que ya sabes; cuando escuchas, abres la posibilidad de aprender algo nuevo”, indicó Botella. A este respecto, Botella identificó los dos bloqueadores más habituales de la escucha: el síndrome de la doble opinión, “que es aquel que te lleva a pensar que sólo hay dos opiniones, la mía y la equivocada”, y el fenómeno de la interrupción continua: “La multitarea impide la escucha empática”, aseguró. Para combatirlos, el CEO de Think&Action  aconsejó enfocar la escucha de cualquier colaborador o compañero con los cinco sentidos y “dándole la oportunidad de tener razón, al menos al principio, cuando está exponiendo sus argumentos; luego, ya veremos y decidiremos”.
.- Esfuerzo. “Al éxito y al cumplimiento de los objetivos no se llega de la noche a la mañana sino a través del esfuerzo sostenido en el tiempo. Sin embargo, nos hemos convertido en perseguidores del éxito inmediato y hemos olvidado que todo lo que queremos conseguir requiere perseverancia.  El esfuerzo es absolutamente necesario porque es el que consigue que las cosas pasen. Sin perseverancia no hay práctica, ensayo, experiencias, aprendizajes ni desarrollos”, destacó Botella.
.- Atreverse a soñar e intentarlo. “Nos han enseñado a querer controlarlo todo, pero no es posible. La vida en general, y también la de una organización, es insegura, incierta e incómoda. Hay que aprender a aceptar la incertidumbre y a gestionar desde ella”, afirmó Botella. Seguidamente, compartió su fórmula para lograrlo que definió como “la gestión desde el sin”, esto es: “Sin añoranza del pasado, sin complacencia del presente y sin miedo al futuro”.
.- Acción. Para Botella, “el cumplimiento de los objetivos depende de nuestra capacidad de acción. Somos lo que hacemos, así que para cambiar y llegar a ser algo diferente, hay que revisar lo que estamos haciendo y empezar a hacer algo distinto. El cambio necesario en las organizaciones para por el análisis de cómo se hacen las cosas y la modificación de los comportamientos”.
.- Actitud: “En las empresas y en la gestión de personas, le hemos dado demasiada importancia y peso a la motivación y hemos dejado un poco de lado un factor mucho más determinante que es el de la voluntad. Ésta es la que rige nuestra actitud y es la determinación para que las cosas sucedan. Necesitamos, por tanto, que nuestros colaboradores estén motivados, pero, sobre todo, que dispongan de la voluntad necesaria para conducir a la organización al cumplimiento de sus metas”, señaló el CEO de Think&Action.
.- Diversión. “La séptima nota que no puede faltar en cualquier equipo y compañía es la diversión, porque esta es la que dispara el talento, activa el on de las personas, su ilusión, su creatividad, sus pasiones, su voluntad… Cuando se juntan el talento, la actitud adecuada, el esfuerzo, la capacidad de soñar y de actuar, con la diversión, es cuando empiezan a suceder las cosas”, concluyó Botella.