Entrevista con Claudia Alcelay Larrarte

21/06/2014

Susana de Pablos. Claudia Alcelay Larrarte es ‘project management professional’ (PMP®) por el PMI® y MBA por la Universidad de Barcelona. Su trayectoria profesional se vincula a la dirección de proyectos en los ámbitos público y privado desde hace más de 15 años.

En esos 15 años, Claudia Alcelay Larrarte ha trabajado como consultora independiente para la Comisión Europea en sus Direcciones de Educación y Empleo, así como para el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en España y los Ministerios de Cultura francés y egipcio, evaluando la implantación y viabilidad de proyectos y sus asignaciones presupuestarias. Está involucrada en el Grupo de Trabajo de la ISO-21500 y participa como vocal en la Junta Directiva del Capítulo PMI® de Madrid.

Alcelay, quien presentó su Manual para certificación PMP®en la pasada 73º Feria del Libro de Madrid, contesta algunas preguntas a diarioabierto.es, para explicar el alcance y utilidad de este texto para quienes se propongan certificarse como PMP® (director de proyectos profesional).

.- diarioabierto.es ¿Qué funciones cumple un gestor o director de proyectos?
Claudia Alcelay Larrarte: Es su responsable último y, por tanto, su implicación en el proyecto se debe entender de forma holística. Por una parte, un buen director de proyecto velará por su desarrollo y por cumplir con los requerimientos que se hayan acordado; para ello, controlará aspectos presupuestarios, temporales o de alcance del proyecto. Además, en un proyecto intervienen personas, tanto del equipo del proyecto como otros que hayan sido designados para realizarlo; corresponde al director velar por una correcta comunicación entre ellos, estableciendo los canales adecuados y desarrollando un estilo de comunicación empático, de escucha activa.

.- diarioabierto.es¿Con qué experiencia profesional debe contar un gestor de proyectos antes de tratar de obtener una certificación PMP®?
C. A. L.: La formación en dirección de proyectos tiene diferentes niveles de certificación. La certificación CAPM® (Certified Associate in Project Management) es más indicada para profesionales junior, mientras que la certificación PMP® (Project Management Professional) está enfocada a directores de proyecto senior.

Para poder presentarse al examen PMP®, el aspirante deberá acreditar solvencia profesional de 36 o 60 meses de dedicación exclusiva a dirección de proyectos, dependiendo de si posee una diplomatura o una licenciatura. En ambos casos debe acreditar 35 horas de formación en dirección de proyectos.

.- diarioabierto.es¿Cuáles son las habilidades esenciales de un gestor o director de proyectos?
C. A. L.: La figura de un director de proyectos cualificado es relativamente nueva y, en la actualidad, se le exige una responsabilidad y profesionalización que afecta no solamente a sus competencias directivas sino al conjunto de sus conocimientos, habilidades y actitudes. En primer lugar, se le pide que conozca su empresa y que disponga de unos conocimientos básicos de dirección de proyectos, tanto a nivel teórico como práctico, por ejemplo, de herramientas de software.

Siendo la dirección de proyectos una disciplina que cabalga entre la ciencia y el arte, se erigen determinantes las competencias que refuerzan la dimensión ética del director, sus valores y el respeto a las personas. Pero quizá sean las habilidades interpersonales y la capacidad de adaptación al cambio las más determinantes para el éxito de los proyectos.

.- diarioabierto.es¿Qué formación tienen los gestores o directores de proyectos más demandados? ¿Hasta qué punto es importante para ellos certificarse como PMP®?
C. A. L.: Las empresas buscan profesionales con un grado de especialización sectorial y temática que puedan aportar su conocimiento y experiencia al proyecto. Cada vez más, la acreditación en dirección de proyectos supone un elemento de diferenciación y garantía de conocimiento de un estándar en la gestión de proyectos.

Tener la certificación PMP® es una forma de capitalizar el conocimiento y la experiencia en dirección de proyectos mediante la obtención de una acreditación reconocida internacionalmente, lo que supone el aumento de la empleabilidad, en especial en un entorno tan global. Además, supone un refuerzo en la trayectoria profesional, así como la opción de pertenecer a una exclusiva comunidad de directores de proyectos, reforzando las redes de contacto y la proyección laboral.

El conocimiento de la dirección de proyectos posiciona a un profesional en una situación de ventaja, aumentando sus opciones de empleabilidad. Aprender sobre procesos, herramientas, metodologías y estándares y poder aplicarlos en el día a día permite trabajar de manera más eficiente, satisfactoria y productiva. De esta forma, quienes se forman en dirección de proyectos se distinguen profesionalmente dentro de su organización al tiempo que aumentan su valor en el mercado.

.- diarioabierto.es¿Qué beneficios reporta la certificación a la organización en la que trabaja un PMP®?
C. A. L.: Para la empresa que cuenta con profesionales formados en dirección de proyectos, éstos constituyen un valor diferencial que proyecta una imagen de compromiso, innovación y trabajo bien hecho.

.- diarioabierto.es: ¿Por qué las empresas demandan hoy tantos profesionales certificados?
C. A. L.: La dirección de proyectos es una disciplina que vincula los objetivos del negocio con los resultados de los proyectos, lo que se traduce en empresas más competitivas. En este sentido, la dirección de proyectos cobra un papel fundamental en un contexto de mercado global donde la aplicación de estándares y herramientas de gestión específicas permiten un uso más eficiente de los recursos y, con ello, mayores opciones para la innovación y el crecimiento. De hecho, las empresas que incorporan la aplicación sistematizada en la dirección de proyectos se aseguran el camino hacia la excelencia y la madurez organizacional.

.- diarioabierto.es: ¿Qué empresas demandan más este perfil profesional
C. A. L.: Las empresas de mayor tamaño y facturación han sido pioneras en la contratación de profesionales certificados en dirección de proyectos. Por ejemplo, Indra, HP, Accenture o Telefónica cuentan en su plantilla con decenas y hasta cientos de profesionales certificados en PMP®. La gestión de proyectos de gran complejidad, riesgo o carácter innovador demandan la incorporación de este perfil de profesionales que aseguran la aplicación de metodologías de dirección testadas y reconocidas a escala internacional.

No obstante, las empresas de menor tamaño empiezan también a comprender que la eficiencia en la gestión y la maximización de resultados se ven notablemente reforzadas con la aplicación de procesos de dirección de proyectos. De ahí que, paulatinamente, están comenzando a introducir procedimientos y rutinas de gestión de proyectos.

.- diarioabierto.es: El manual explica cómo la dirección de proyectos se aplica en las empresas. ¿Contempla la certificación PMP® las necesarias capacidades y habilidades para que ese gestor o director de proyectos sea un verdadero líder de los equipos a su cargo?
C. A. L.: Resulta interesante detenerse en analizar la evolución de la figura del director de proyectos y entender el momento actual que se está viviendo. Hace tan sólo unas décadas, el parámetro que hacía que como profesionales tuviésemos opciones de progresar en la empresa era, sobre todo, el conocimiento académico que aportásemos y la experiencia. Nuestro currículum vitae era la mejor de las recomendaciones.

Con el tiempo, irrumpe con fuerza el concepto de competencias individuales que, en el ámbito de la dirección de proyectos, configuran lo que se ha denominado el modelo competencial para la dirección de proyectos. Éste comprende no sólo conocimientos, sino también actitudes y habilidades en dirección de proyectos.

Dentro de la certificación PMP®, se concede una importancia determinante a tres competencias básicas: conocimiento, desempeño y personales. Estas competencias son imprescindibles para un correcta gestión de proyectos y, además, están en la base de un buen PMP®. El liderazgo se mide según la combinación de dichas competencias, entre las que destacan tanto los conocimientos en dirección de proyectos, la dirección estratégica o el conocimiento de software de dirección de proyectos, como las más vinculadas al liderazgo. En este sentido, destacan las habilidades interpersonales para crear equipo, las de comunicación, negociación y resolución de conflictos, la sensibilidad cultural, la capacidad de saber escuchar, la ética, la asertividad o el control en situaciones de estrés.

 

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