“El aprendiz de ingeniero” es el lema de la primera Feria de Ingeniería y Arquitectura, que organizada por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y tendrá lugar entre el 24 y el 27 de este mes en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, con la finalidad de fomentar las vocaciones tecnológicas entre los estudiantes de Secundaria.

“Se ha producido una caída importante del número de estudiantes que optan por las carreras de Ingeniería y no es solo un fenómeno que pasa en España sino en la mayor parte de los países occidentales”, ha lamentado el rector de la UPM, Carlos Conde en la presentación de la feria.

En efecto, Carlos Conde ha estimado el descenso en la matrícula en los grados de Ingeniería y Arquitectura en un 23,3%, según datos del Ministerio de Educación”.

Para el rector de la UPM, esta disminución “no se acompasa con la oferta del mercado laboral ya que, por ejemplo en 2010 más del 50% de ofertas de empleo estaban orientadas a perfiles tecnológicos”. A ello se añade el desajuste existente en el número de mujeres que opta por estos estudios que, en nuestro país, es inferior al 30%. También ha hecho referencia a un informe de la Unesco en el que se manifiesta una preocupación por cómo puede afectar la escasez de ingenieros a la recuperación económica., “un porcentaje aún más bajo en el sector de las TIC”.

Según el rector, esta caída puede deberse, entre otras razones, a “la dureza” que representan las materias más cercanas a la ingeniería para los alumnos de Secundaria, al “menor reconocimiento social de los ingenieros y la “alta tasa de fracaso” en las universidades.

En efecto, la creciente disminución del número de estudiantes de Ingeniería y, en menor medida, de Arquitectura,  ha llevado la UPM a promover este evento en el que colabora la Real Academia de Ingeniería. La iniciativa cuenta con el patrocinio de entidades y empresas como Airbus, Caja Ingenieros, Enusa, Fundación Universidad-Empresa, Fundación Villar Mir y Sener. La feria recibirá la visita de 2.000 estudiantes de entre 12 y 17 años de 27 colegios. En el transcurso de la misma, y en las 17 carpas agrupadas por áreas (Agroforestal, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Industrial y Área Civil, Arquitectura y Edificación) se desarrollarán 50 actividades prácticas, entre ellas carreras de coches teledirigidos y actividades con profesores y estudiantes de INEF.

Todos los talleres estarán coordinados y dirigidos por 300 estudiantes voluntarios de los cursos avanzados y profesores e investigadores de la UPM. Cada jornada estará dedicada a una de las mencionadas áreas. Asimismo, se han previsto distintas competiciones como un concurso de puentes, en el que los centros participantes someterán sus proyectos a cargas de prueba. Además, habrá campeonatos de trivial sobre química, matemáticas, física, dibujo, tecnología y biología así como concursos de geolocalización.

Al hilo de la situación en las ingenierías, En presidente de la Real Academia de Ingeniería, Carlos Aracil, ha justificado al celebración de la feria en que “el mundo está hecho de artefactos hechos por ingenieros mediante los cuales nuestra vida es más placentera y, sin embargo, nuestra profesión no ha tenido un reconocimiento por esa labor, lo que ha provocado una menor vocación por la ingeniería…, hay que restituir el papel motor que ha tenido siempre en la sociedad”. Finalmente, ha advertido que “la escasez de ingenieros pone en riesgo el desarrollo económico y si no hacemos algo por fomentar estas carreras, en el futuro va a ser necesario importarlos; por eso orientamos nuestras acciones a los niños en edad de decidir a qué se quieren dedicar”.

La primera Feria UPM de Ingeniería y Arquitectura se enmarca en el proyecto “Fomento de Vocaciones Tecnológicas”, que integra un total de 14 iniciativas, puesto en marcha por la UPM en colaboración con la Real Academia de Ingeniería de España, otras universidades españolas y diversas empresas, ante el descenso del número de estudiantes que deciden estudiar carreras técnicas. Este descenso se ha convertido en una preocupación social también para el sector empresarial, que se enfrenta a la dificultad de las empresas de cubrir la demanda de informáticos e ingenieros.  La situación no es exclusiva de nuestro entorno ya que diferentes países europeos y norteamericanos promueven iniciativas similares, según los promotores del programa.