Auténtica medicina para un mundo enfermo

05/06/2015

Miguel Ángel Valero. La Fundación AXA dedica a las montañas su tradicional exposición al aire libre en la Feria del Libro.

montanas-rocosasUn recorrido por las montañas del planeta a través de la cámara de los mejores fotógrafos. Es lo que puede hacer el visitante de la Feria del Libro de Madrid hasta el 2 de julio, gracias a la Fundación AXA. También puede adquirir el libro editado por Lunwerg y realizado por Pedro Nicolás Martínez y Raúl Martín Moren, con prólogo de Joaquín Araújo, comisario de la exposición.

La muestra fotográfica, ciertamente espectacular, y el libro son una nueva llamada de atención sobre la importancia de la conservación del entorno natural para el futuro del planeta. Son 68 grandes fotografías de paisajes de montaña y de las grandes cimas de la Tierra, con su multiplicidad de paisajes, sus caprichosas formas y la biodiversidad qiue protegen.

Desde las cimas heladas de la Antártida, hasta las cumbres que coronan los desiertos africanos y desde las repentinas montañas que emergen en mitad del océano hasta la gran cordillera del Himalaya. Montañas de hielo y de fuego, en islas y en desiertos, cargadas de resonancias culturales, míticas y espirituales que forman parte de la literatura y del arte.

El recorrido muestra “Las montañas más difíciles”, las que son atractivas sobre todo por la dificultad en su ascensión. Luego, “Las montañas sagradas”, porque del Pacífico al Mediterráneo, del Sinaí a Nepal, de las Rocosas a los volcanes andinos, desde las cumbres del Himalaya al centro de los desiertos africanos, juegan un papel fundamental en la espiritualidad, son lugares de culto y de comunión con divinidad que está detrás de la naturaleza,

montanas-rocosasLa tercera parada es para contemplar “Las montañas más bellas”, aquellas que, como “El Principito” de Saint-Exupéry, se ven mejor con el corazón que con los ojos. Luego están “Las montañas de hielo”, ocasión pintiparada para recordar que desde 1980 los glaciares del planeta han perdido de media más de 16 metros (verticales) de masa, muchos han desaparecido o están a punto de hacerlo, cuando regulan el clima, son formidables reservas de agua dulce, y en su hielo contienen información muy valiosa para conocer el pasado y, por tanto, el futuro de la Tierra.

La quinta estación del recorrido está formada por “Las montañas de fuego”. Los volcanes nos recuerdan dónde vivimos en realidad: la corteza terrestre, un delgado estrato rígido que flota sobre un infierno de magma. Suscitan tanto temor como fascinación Y una erupción es uno de los espectáculos más sobrecogedores.

“Las montañas polares” están en las regiones más inhóspitas, en la noche eterna donde sólo vive el frío y el viento. Las últimas zonas salvajes de la Tierra. Cada década, el Ártico pierde más del 10% de su superficie, y el deterioro ha llegado también a la Antártida.

“Las montañas en las islas” nos muestra que la mayoría de las islas importantes de la Tierra son montañosas y, buena parte de ellas son, además, enormes volcanes. “Las montañas en los desiertos” son, seguramente, las grandes desconocidas, las cumbres de la soledad.

Finalmente, “Las montañas con historia”, que ensanchan el conocimiento, que nos impelen a llegar a sus cimas para ver el mundo desde otra perspectiva, la de las alturas.

Llamadas de atención

Las montañas cubren la cuarta parte de la superficie terrestre y reúnen al 12% de la población humana. Son los depósitos de agua de la Tierra. Suministran agua dulce al menos a la mitad de la población mundial. Y son fundamentales para regular el clima de muchas partes del mundo.

Cada fotografía es una llamada de atención sobre los problemas a los que se enfrentan estos entornos naturales privilegiados, y no sólo por la degradación de los paisajes, sobre todo por la repercusión que tiene sobre el futuro del planeta y de sus habitantes.

“En un mundo enfermo como es el que nos toca vivir en la actualidad, las montañas son auténtica medicina. En ellas se esconde la mayor parte de las arboledas, especialmente, en las zonas templadas del planeta. Los bosques son los últimos territorios donde el ser humano puede encontrarse con las mejores manifestaciones de la belleza en libertad y son también los últimos bastiones que se enfrentan al progresivo afeamiento del derredor que padecemos”, explica Joaquín Araújo. El naturalista recuerda también que “fue en las montañas donde comenzó todo lo que hoy conocemos como movimiento de conservación de la Naturaleza”. “Son una tabla de náufrago para este mundo”, subraya.

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