Fragancias de verano

10/08/2017

Carmela Díaz. ¿Cuál es uno de los básicos de cualquier ritual de belleza femenina al que no renunciamos jamás? Podemos salir de casa sin maquillar, pero rara vez lo hacemos sin rociar sobre nuestra piel una fragancia. Hoy os presentamos tres perfumes que no dejan indiferentes: uno clásico y otros dos recién llegados al mercado.

El 25 aniversario de un mítico. En 1992, Issey Miyake creó una sorpresa. En un mercado dominado por la opulencia y el lujo ostentoso, el diseñador imaginó la fragancia de la pureza: el aroma del agua en la piel de la mujer. Hoy, icono indiscutible en la perfumería, L’Eau d’Issey es una revolución. Issey creó L’Eau un nombre tan simple como inusual. El agua es un elemento esencial, una palabra vital, cuyo significado es simbólico y que desborda energía. Una palabra universal. De ella fluyen la felicidad, la inocencia, la pureza, la frescura y la vitalidad. Y el tiempo no lo ha privado de su fuerza. Una fragancia altamente concentrada, una presencia fresca y cálida a la vez, una difusión generosa y una tenacidad cautivadora. Compuesta por el perfumista Jacques Cavallier, la fragancia nos cuenta una historia sobre la frescura, tanto acuática como vegetal, gracias al loto, con su humedad y aroma delicado, combinado con Fresia. Después desvela su corazón floral, lleno de peonia y lirio blanco. Para despertar la curiosidad, añade un toque de clavel picante. Finalmente, lleva a un camino suave y misterioso, infundido con madera y Osmanthus.

Una tarde en Paris, Issey Miyake vio la luna brillante sobre la Torre Eiffel. Con esta imagen, nació la idea de una perla cristalina sobre un frasco de vidrio. Para esta fragancia el diseñador eligió un frasco que trasciende el tiempo y la moda. Nada artificial.  Nada ornamental. Nada que engañase. Para diseñar su frasco llamó a dos diseñadores con un talento ecléctico: Alain de Mourgues y Fabien Baron. Ambos crearon la escultura y arquitectura del frasco: algo redondo, cónico, una silueta esbelta como una línea vertical. Para evocar el movimiento constante del agua que fluye, una cuenta de vidrio que parece estar suspendida, como un equilibrista balanceándose en la cuerda floja que une a la tierra y al cielo.

 

El lanzamiento más femenino. La icónica marca de Los Ángeles, Juicy Couture, invita a todas las chicas Viva a expresar su frescura y naturalidad con su nueva fragancia que ha llegado al mercado en el mes de julio. Este perfume transforma el día a día en un mundo más fresco, nítido y hermoso. Inspirado en el mundo del hielo y su belleza, Viva la Juicy Glacé presenta notas refrescantes como mandarina congelada, hojas de cassis frescas y sorbete de pera. Las elegantes notas de jazmín y jugosas frutas combinadas con un toque de vainilla y el suave olor del sándalo crean una fragancia ideal para los días de playa, pero perfectamente equilibrada para cualquier estación del año. El brillante y colorido frasco de Viva La Juicy Glacé es fabuloso, como siempre ocurre con todos los diseños de esta marca. Los diseñadores se han inspirado en el resplandor de una majestuosa escultura de hielo. Decorado con una borla de suaves plumas en tonos rosados, que abraza delicadamente la nuca del tapón en forma de gema, se logra un diseño extremadamente femenino y glamuroso.

Un lanzamiento sofisticado.  Acaba de nacer un elixir único que destila todas las facetas de la almendra. Un desafío a la altura de Sophie Labbé y Dominique Ropion, talentosos perfumistas de la Maison, que imaginaron esta huella absolutamente adictiva, envuelta en la firma olfativa de Elie Saab: el irresistible acorde de la flor de azahar y de pachuli. La pera y la mandarina aportan una chispa a la fragancia. Inspirado en el Líbano, el pistacho, ligeramente tostado, refuerza las delicias olfativas de la almendra amarga. Pero la máxima innovación en esta creación es el diseño en exclusiva de una nueva flor para la fragancia Girl of Now: la flor de Ormond. Diseñada a medida como un vestido de alta costura, el perfume desvela poco a poco sus facetas deliciosas. Ingrediente preferido del diseñador, el absoluto de flor de azahar exhala su resplandor y gracia innata. La esencia de almendra amarga viste la fragancia con sus tonalidades deliciosas y una sensualidad renovada ¡Ha nacido la flor de Ormond! Incorporada al ramo de jazmines y magnolias blancas, la nueva flor actúa como un potenciador del resplandor, la alegría y la feminidad. Finalmente, el cashmeran aterciopelado, el haba tonka cautivadora y la leche de almendra imprimen una estela profunda. El indispensable pachuli prolonga el misterio. El frasco está diseñado con un vidrio precioso reservado para las creaciones más excepcionales. La base de forma redondeada, se adapta perfectamente a la palma de la mano. Su cuello está rodeado por una flor celeste, inspirada en los bolsos joya de alta costura de Elie Saab. Un sobrio tapón dorado corona el frasco, logrando un equilibrio perfecto.

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