Introducir medidas que incentiven fiscalmente el ahorro para la jubilación a través de las empresas mejoraría el PIB español en un 8,5%, según un estudio elaborada por ICEA en colaboración con el Instituto Complutense de Análisis Económico y la Universidad Complutense de Madrid para la Fundación Edad&Vida y VidaCaixa. Y que ha logrado la XII edición del Premio Edad&Vida Higinio Raventós.

Esta propuesta defiende la viabilidad económica de implantar un modelo de pensiones mixto, que combina el actual esquema de reparto con el desarrollo de un sistema de capitalización complementario a través de la empresa. Este modelo permite mantener el sistema público de pensiones sin necesidad de incrementar las cotizaciones o reducir la tasa de sustitución.

“El desarrollo del segundo pilar permitiría que se extendiera el acceso al ahorro a largo plazo, reduciendo así la presión sobre el sistema público de pensiones”, explica María José  Salcedo,  directora del Área de Investigación de ICEA y coordinadora del estudio.

José Antonio Iglesias, vicepresidente de Edad&Vida y subdirector general Comercial de VidaCaixa, un sistema de pensiones que promueva el desarrollo del segundo pilar permitiría “diversificar el riesgo y reducir la vulnerabilidad de cada uno de los pilares de ahorro a la inflación, los cambios poblacionales o los impactos financieros”.

Tres escenarios

El estudio analiza el impacto económico que la implantación de este modelo tendría en tres escenarios distintos:

1.-Fondo de pensiones a través de la empresa de afiliación automático

2.-Fondo de pensiones a través de la empresa incentivado fiscalmente

y 3.-Fondo de pensiones a través de la empresa mixto, con una parte obligatoria para la empresa, que se aplicaría de forma progresiva, y otra incentivada fiscalmente.

Los mayores beneficios se obtienen con el escenario 3, pero solamente incrementar los incentivos fiscales impulsaría la economía. El Producto Interior Bruto (PIB) en España ascendería un 8,5%, si solo se aplicaran incentivos fiscales, y un 8,6% si se aplicara una parte con incentivos y otra de forma obligatoria. Mejoraría el empleo un 2,2%. La tasa de ahorro podría llegar a crecer un 23%. El índice de bienestar, entendido como el consumo a lo largo del ciclo vital, crecería un 9,9%.

Retrasar la introducción de medidas que modifiquen el modelo actual o no introducir ninguna, podría suponer una reducción del 6,3% del PIB en el largo plazo.

Sólido consenso

Para la Fundación Edad&Vida, cualquier reforma del sistema de pensiones en España, debe contar con «un sólido consenso social y político, así como con el compromiso de los agentes sociales y la participación del sector financiero y asegurador».

Para ello, propone la creación de un Órgano Consultivo, formado por representantes políticos, agentes sociales y representantes del sector financiero y asegurador, para debatir y acordar reformas, jy una Comisión de Control que supervisara el cumplimiento, la implantación y el desarrollo de los acuerdos alcanzados.

La implantación efectiva de un modelo mixto de reparto y capitalización debe realizarse de forma progresiva e instaurando sistemas que faciliten la transición, como los programas de inclusión automática de los trabajadores en planes de pensiones de empleo, y un tratamiento fiscal favorable y suficientemente atractivo.