La jornada ‘Las pensiones de hoy, las pensiones del futuro’, organizadas por la Asociación de ex Diputados y ex Senadores con la colaboración de Ibercaja y de Funcas, se convirtió en una enmienda a la totalidad de la OCDE a las últimas medidas del Gobierno. Pablo Antolín-Nicolás, economista jefe de la Unidad de Pensiones Privadas de la OCDE, considera que incluso tras la rebaja de comisiones anunciadas por el Ministerio de Economía los costes de estos productos en España son «enormes», especialmente si se comparan con los de otros países.

También critica la liquidez a los 10 años para los planes de pensiones. «Para la OCDE eso es convertirlo en un plan de ahorro, más que en un plan de pensiones que es para financiar la jubilación y no sacar el dinero hasta 20 años o 30 años después».

Antolín-Nicolás reclama al Gobierno reformas «globales», y no medidas aisladas, del sistema de ahorro para la jubilación. «O es una reforma global o no la hagas, hacer cosas puntuales no funciona, o se aborda todo o no se hace», argumenta. También cree que esa reforma global debe ofrecer más libertad de elección a los ahorradores.

El experto de la OCDE subraya que los ciudadanos deberían tener más información sobre su jubilación, sin aludir a que el Gobierno incumple el mandato legal existente desde 2011 de dar esos datos. “Claramente hay que mejorar la información; no solo debe existir sino que debe ser de fácil acceso para los trabajadores”, enfatiza Pablo Antolín.

Apoya el factor de sostenibilidad, que entra en vigor en 2019, lo considera «una buena idea» pero siempre dentro de una reforma global de las pensiones. «Por sí solo crea problemas», remarca.

Recomienda a España adaptar el modelo sueco, que se ha implantado progresivamente durante 20 años, y que consiste en unas pensiones mínimas garantizadas financiadas por impuestos más unas cuentas nocionales (individuales para cada trabajador), donde se acumula lo aportado por éste durante toda su vida laboral y es lo que se lleva cuándo se jubila.

Menos población activa hace el sistema insostenible

El director de Ordenación de la Seguridad Social, Miguel Ángel García Díaz, reconoce que  una  reforma de las pensiones “parte de un punto complicado”: la destrucción de 3,5 millones de empleos en la crisis, de los que se han recuperado aproximadamente la mitad. «Menos población activa coloca al sistema en una situación insostenible», resalta.

A esto se une el envejecimiento de la población y la mayor longevidad. El resultado es que en 2050 se tendrán que pagar 4,9 millones de pensiones más que ahora, un incremento del 40%. En cambio, considera «simplistas» algunas proyecciones demográficas, ya que «no es obligado perder población, y menos en el tramo de personas en edad de trabajar».

Para financiar las pensiones la economía española tienen que crecer más, pero además hay que apoyar políticas de natalidad y de captación de inmigración. Y elevar el esfuerzo del ciudadano en la financiación de su jubilación.

Miguel Ángel García Díaz reconoce que este año España pasará del tercer puesto al segundo en cuanto a generosidad de las pensiones. La tasa de sustitución, que mide la relación entre la pensión y el último salario, llega hasta el 80% (60% sobre el salario medio). El índice de revalorización y el factor de sostenibilidad bajarán esta tasa al 50% (40% sobre el salario medio).

Mecanismo automático de revalorización

El director de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, explica en su intervención que «ha aumentado la generosidad, ya que la pensión media ha crecido más que el salario medio». Por ello, subraya la importancia de «mantener un mecanismo automático que garantice el equilibrio financiero del sistema, porque no podemos no pagar las pensiones».

Con las últimas reformas (la del Gobierno socialista en 2011, y la del PP, en 2013), «el sistema ahora no tiene un problema de sostenibilidad del largo plazo porque lo que se ha hecho es incorporar la restricción presupuestaria al Índice de Revalorización, de tal forma que si hay un desequilibrio las pensiones no van a crecer».

En este escenario, quien se jubile en 2040 cobrará un 12% menos de pensión de lo que cobra una persona que lo hace hoy. «El Parlamento tiene dos alternativas: aumentar los tipos de cotización o reducir la generosidad» del sistema», subraya Pablo Hernández de Cos.

La solución a la suficiencia de las pensiones «no es una cuestión solo de modificar los parámetros del sistema, sino que es mucho más amplio, ahí la mejora del mercado de trabajo y de la productividad de la economía son cruciales».

Falta consenso político y social

Celia Villalobos, presidenta de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados, recuerda el compromiso de todos los partidos para no utilizar las pensiones con fines electorales.

José Luis Aguirre, presidente de Ibercaja Banco, pide un debate sobre las pensiones «con altura de miras, dejando fuera el populismo y el uso partidista«, ya que «falta consenso político y social sobre hacia dónde ir».

Carlos Ocaña, director general de Funcas, enfatiza que «no hay soluciones únicas ni medidas que de golpe solucionen el problema del equilibrio financiero del sistema de pensiones», precisa que no es una situación que afecte solamente a España, sino a otrros muchos países europeos. «El problema no son las pensiones, sino cómo encajarlas entre todos los retos y con otros elementos del Estado del Bienestar con los que éstas compiten por unos recursos cada vez más escasos».