2018 será el año de la nube permanentemente activa

05/01/2018

Paul Mattes, vicepresidente en Veeam. La protección y la disponibilidad de los datos son asuntos clave.

‘Cloud computing’, por George Thomas, modificada (CC BY 2.0)

En realidad, la informática en cloud (en la nube) nació hace apenas diez años: tras algunos intentos y algunas rectificaciones oportunas del rumbo a seguir, hoy por hoy, el ritmo de la innovación va ser a una velocidad considerable. Las empresas cada vez dependen más de la nube para ofrecer la sencillez y eficacia que los clientes y partners exigen en la actualidad, y esto significa que la protección y la disponibilidad de los datos se han convertido en cuestiones centrales. Una empresa puede contar con la mejor plataforma de inteligencia de cliente del mundo basada en inteligencia artificial (IA), pero si no está disponible durante días, pierde todo su valor.

Cuatro tendencias clave
Como el panorama de la informática en cloud sigue evolucionando rápidamente, nadie sabe del todo qué nos deparará el futuro. A pesar de eso, el equipo de Veeam ha sacado la bola de cristal y estos son los que consideran serán las cuatro tendencias clave en 2018:

♦ Los entornos multi-cloud serán la norma, dado que ninguna plataforma cloud única es perfecta para todas las cargas de trabajo. Las herramientas y plataformas que permitirán su gestión seguirán madurando e impulsando la integración ininterrumpida entre clouds. Ya no es una cuestión de “si” una empresa trasladará algunos o todos sus activos a cloud, la pregunta ahora es más bien cuándo y cómo. Existe una amplia variedad de modos en los que las empresas pueden aprovechar las plataformas cloud y, hoy en día, lo que se plantea es: “¿Cuáles son las que debo aprovechar?” Resolver el traslado a cloud requiere cada vez más un enfoque multi-cloud y la gama correspondiente de herramientas de gestión y operaciones. Los proveedores de software lo saben y seguirán mejorando sus ofertas para conseguir que la integración sin interrupciones en el panorama cloud sea una realidad.

♦ Surgirán aplicaciones nativas en cloud, puesto que empresas de todos los tamaños y proveedores independientes de software (ISV) perfeccionan su habilidad para definir y ofrecer aplicaciones/soluciones diseñadas para aprovechar las plataformas en la nube. Los beneficios en coste, escala y eficacia de las aplicaciones nativas en cloud ya son demasiado atractivos como para que se ignoren, y con los rápidos avances en tecnologías esenciales, como es el caso de microservicios y herramientas de apoyo al desarrollo, este tipo de aplicaciones se incorporarán al sector a gran velocidad.

♦ Los servicios de bases de datos a escala cloud —como Azure Cosmos, Google Cloud Spanner y los servicios de AWS— permitirán que las aplicaciones a hiperescala, de alta distribución y cruciales para el negocio, sean una realidad; además, incrementarán todavía más las ganas de infundir datos y analíticas en cada aplicación que se ofrece en cloud. Características irresistibles como una baja latencia, escalabilidad horizontal y la distribución geográfica ofrecerán el tipo de potencia que requiere Internet de las cosas (IOT) y muchas otras aplicaciones a escala global.

♦ La inteligencia artificial habilitada por plataformas cloud empezará a penetrar en las empresas, extendiéndose por los sectores y las aplicaciones. Si bien aún no estamos al nivel de HAL de la película 2001: Una odisea del espacio, tecnologías como Alexa, Cortana y Siri nos demuestran el poder y el impacto potencial de la IA en la vida cotidiana. Para las empresas, la capacidad del aprendizaje automático, potenciado por petabytes de datos y por recursos informáticos extremadamente rápidos, afectará a la experiencia de los consumidores, a la investigación en biotecnología, a la elaboración de modelos financieros y a una cantidad innumerable de aplicaciones.

Así que, ¿qué significará todo esto para nosotros en los próximos 12 meses? A los clientes y usuarios de todo el mundo les da igual el tipo de problemas que podamos sufrir; esperan tener la información y la capacidad de realizar transacciones siempre que quieran y les resulta sorprendentemente fácil pasarse a la competencia si no les ofreces lo que quieren.

Ni siquiera hemos empezado a ver todo lo que cambiará con la informática en cloud. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático ya son relevantes en marketing y en ventas puesto que fusionan big data y analíticas. Pronto la IA será responsable de los saltos espontáneos entre clouds para garantizar la prestación continua de servicios o la disponibilidad de datos.

No obstante, la disponibilidad es algo más que pensar sólo en los consumidores y el comercio electrónico. Tener cada vez más compañeros de trabajo en diversos puntos del planeta, más automatización y una nueva flexibilidad, seguirán cambiando el mundo en el que trabajamos y vivimos. Además, deseamos que nuestros herramientas y servicios de trabajo estén permanentemente activos. La disponibilidad no es una opción, es un requisito básico y ya ha llegado su momento.

Paul Mattes, vicepresidente de Global Cloud Group en Veeam Software.


Paul Mattes
es vicepresidente de Global Cloud Group en Veeam Software (en Twitter, @Veeam_Es).

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