Las compañías de ‘renting’ deberán jugar su baza como consultoras globales de movilidad

05/02/2018

Agustín García, presidente de AER. A cualquier conductor le interesa disfrutar de este servicio.

‘Vehículos». Imagen facilitada por la AER.

Posiblemente, al leer el titular de este artículo hayas pensado: “Esto no es para mí”, “el renting es sólo para grandes empresas”. Efectivamente, cuando el renting desembarcó en nuestro país, era un servicio limitado a las grandes empresas, principalmente las multinacionales; pero, poco a poco, esta fórmula se fue abriendo camino entre las empresas de menor tamaño, hasta dar su paso definitivo entre pequeñas empresas, autónomos y particulares, fenómeno que se ha acentuado en los dos últimos años. Así, desde 2015, los vehículos de renting que están en manos de autónomos y particulares prácticamente se han triplicado (La (R)Evolución del Renting 2015-2017). Esta popularización del renting obedece al gran esfuerzo que están realizando las compañías para adaptarse a las necesidades de todos los potenciales clientes y dar a conocer las múltiples ventajas que el sistema ofrece.

El renting permite acceder al uso y disfrute de un vehículo con todos los gastos incluidos, a cambio de una cuota mensual. El contrato de renting se adapta a las necesidades concretas del usuario, quien puede configurar el servicio con todo lo que necesita para circular y mantener el vehículo. Su simplicidad y calidad lo convierten en un servicio idóneo para todos y estos son algunos de los motivos que lo hacen verdaderamente interesante:

Es un servicio integral de movilidad. Las compañías de renting se ocupan de todo lo relacionado con el vehículo y su gestión. El cliente disfruta del vehículo, sin mayores preocupaciones.

Es un servicio flexible y de calidad. El renting se adapta a las necesidades concretas de sus clientes, sin renunciar a unos estándares de calidad que se aplican igual si se trata de una gran empresa, una pyme, un autónomo o un particular.

Permite libertad y agilidad en las decisiones. En un entorno urbano en continuo cambio, en el que se imponen las restricciones, el renting permite disfrutar de las últimas tecnologías sin ataduras, y reaccionar ágilmente ante las transformaciones y normativas de la ciudad.

Ahorra tiempo y dinero. Hay que desterrar el mito de que el renting es caro; no es un servicio exclusivo, que resulta cómodo y atractivo tan sólo para quienes gozan de alto nivel económico. El renting es accesible para todos los públicos (particulares, autónomos y empresas) y a través de él se puede optar a toda clase de automóviles. Además, permite disfrutar de un vehículo sin, habitualmente, hacer desembolsos iniciales de dinero y sin sobresaltos ni gastos inesperados. Una sola cuota al mes incluye todos los gastos relacionados con el vehículo.  Hay que tener en cuenta que las compañías de renting compran al por mayor (vehículos, neumáticos, mantenimiento, servicios…), lo que les permite acceder a importantes descuentos, que después trasladan a sus clientes. Además, estas compañías se encargan de todas las gestiones: talleres, impuestos…, algo que supone un enorme ahorro de tiempo y preocupaciones. Es un servicio muy cómodo.

Ventajas económicas, fiscales y sociales
Sólo me he centrado en estos cuatro aspectos del renting, para no extenderme demasiado en este artículo, pero las ventajas de este servicio son mucho más amplias y abarcan aspectos económicos, fiscales, de servicio… Y, más allá de los beneficios que reporta de manera individual, abrazar el renting es socialmente beneficioso por varios motivos. Con un creciente problema de envejecimiento del parque automovilístico, en el que la edad media de los vehículos ronda los 12 años, los vehículos de renting se renuevan con una frecuencia inferior a los cinco años. Esto se traduce en vehículos más eficientes, más respetuosos con el medio ambiente, con más equipamiento en seguridad y, además, mejor mantenidos.

Agustín García, presidente de la AER.

Por otro lado, el renting supone avanzar en nuestra forma de pensar, dar un paso firme hacia el concepto de “pago por uso”, alejándonos del ancestral deseo de propiedad. No se trata de postureo ni de una moda puntual, sino que es un cambio cultural en la forma en cómo se concibe la nueva movilidad. Una movilidad que, por otra parte, se definirá como intermodal, porque no hay una única solución para el gran abanico de problemáticas que surgen en una sociedad cada vez más cambiante, y en este sentido, las compañías de renting deberán jugar su baza como consultoras globales de movilidad.

Agustín García es presidente de la Asociación Española de Renting de Vehículos


Más información
⇒ Seguir en Twitter a la AER: @AERenting_Vehic 

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