El bronce presidirá el dinámico logo que esta semana ha dado a conocer la marca española perteneciente al grupo Volkswagen. Todos los emblemas que firmen los modelos que compongan su gama tendrán este color como corporativo, y el reto es conseguir dotarles de una independencia y carácter suficiente que los aleje de sus “hermanos” de gama. Las primeras apuestas apuntan a que el Cupra Ibiza, basado en la última generación del superventas de Seat podría ser el modelo elegido para el estreno.

Sin embargo también hay voces que hablan de que un Cupra Ateca sería una apuesta muy interesante, abriendo el camino inexplorado de los SUV compactos deportivos, unas cábalas nada descabelladas si tenemos en cuenta lo bien que le sienta al crossover de Seat el acabado FR. Aunque la marca española ha anunciado que el primer coche de Cupra estará presente en el Salón de Ginebra, a comienzos de marzo, Cupra nos lo presentará antes, con un debut ya programado para el próximo 22 de febrero.

El lanzamiento de esta marca en un mercado dominado por la movilidad sostenible se entiende mejor si recordamos que Luca de Meo, actual presidente de Seat, ya lideró el resurgir de Abarth separándola de Fiat y dándole una identidad propia, una fórmula que el italiano parece dispuesto a repetir ahora en la marca española. Por cierto, el nombre de Cupra es un acrónimo de Cup Racing.