Vivimos un momento histórico en el que las organizaciones se enfrentan a un entorno volátil repleto de retos y disrupciones, en el que los cambios se suceden vertiginosamente. Sin duda, es cada vez más difícil adaptarse al ritmo marcado por la tecnología, los nuevos valores y hábitos de consumo.

Precisamente, este panorama incesante requiere de las empresas una capacidad de adaptación mayor que nunca, tal y como se puso de manifiesto en la pasada 26 edición de nuestro foro anual cuyo lema fue Acelerando la transformación de la organizaciones. En el encuentro, la mayoría de los expertos coincidieron en que la clave del éxito en todo el proceso de transformación empresarial, incluso en esta era digital, no radica en la tecnología. Es el poder de transformación de las personas comprometidas con un proyecto el que determina el éxito y la supervivencia de las organizaciones.

Toda organización que quiera diferenciarse, crecer y expandirse, debe ser capaz de cuestionar y analizar constantemente su toma de decisiones. Igualmente, se debe adaptar rápidamente a los desafíos y oportunidades de crecimiento latentes. Eso sí, siempre apoyándose en las personas. Por tanto, la transformación tiene que ver con el liderazgo, la cultura y los valores; es crucial que las personas sigan estando en el corazón de esta revolución.

Pero debemos apoyarnos en un modelo de gestión que nos guíe y acompañe en nuestro proceso de transformación a través de la mejora continua. En ese camino, nuestro objetivo será la satisfacción equilibrada y continua de las necesidades y expectativas de nuestros grupos de interés.

El sello de 50.000 organizaciones
De acuerdo con nuestro propósito de contribuir a que organizaciones privadas y públicas se transformen mediante una gestión excelente, innovadora y sostenible, el Club Excelencia en Gestión puso en marcha hace ya casi 20 años el Sello de Excelencia Europeo EFQM, basado en el Modelo de Excelencia. Nuestro objetivo estaba claro: potenciar la sostenibilidad y la competitividad de las organizaciones españolas.

El Sello de Excelencia Europeo EFQM es un modelo probado, sólido y objetivo que utilizan en todo el mundo más de 50.000 organizaciones, de todos los tamaños y sectores. Concretamente, en España, lo han obtenido grandes empresas, incluso del IBEX 35, pero también pymes y micropymes, destacando especialmente el sector sanitario, el educativo y las Administraciones Públicas.

Se trata de un instrumento que evalúa la mejora de la gestión para potenciar puntos fuertes y aprovechar oportunidades. Por consiguiente, es una herramienta muy útil para los líderes que encabezan la transformación de sus organizaciones.

La apuesta de las organizaciones por la excelencia se mantiene al alza en España. A lo largo de nuestra trayectoria, se han concedido más de 3.000 reconocimientos a organizaciones españolas por su gestión excelente, situándonos como el líder en Europa en número de sellos concedidos.

Una de las ventajas del sello es la convalidación automática con el reconocimiento europeo Recognised for Excellence de la EFQM (European Foundation Quality Management o Fundación Europea para la Gestión de la Calidad), haciendo de esta manera que la obtención del sello apoye la internalización de las organizaciones españolas en una economía con presencia mundial. Es un reconocimiento útil no sólo por la imagen y prestigio que proporciona al obtenerlo, sino por el camino que recorre la organización hasta llegar a alcanzarlo. En definitiva, es un instrumento que evalúa la mejora de la gestión para potenciar puntos fuertes y aprovechar oportunidades, siendo una herramienta muy útil para los líderes que encabezan ese cambio.

La gestión excelente se consigue gracias a la constancia y a la implicación de todas las personas que integran la organización. Una manera excepcional de reconocer públicamente ese esfuerzo y de incentivar la mejora sistemática, es optar por este reconocimiento que, además, promueve el aprendizaje continuo de la organización y ayuda a marcar objetivos alcanzables en planes a largo plazo.

El Sello de Excelencia Europeo EFQM es un escaparate del éxito. Es una distinción frente la competencia y proporciona prestigio, aumentando la confianza de los clientes en una organización comprometida con la mejora continua. Paralelamente, permite conseguir mejoras en las cuentas de resultados y beneficios, optimizando el posicionamiento de una organización dentro de su sector, equiparándola con las empresas europeas más competitivas. Y, por supuesto, es importante destacar el impacto directo que el sello tiene en las personas que integran la organización y en los procesos que las gestionan, incrementando su satisfacción y el orgullo de pertenecer a ella.

Pero el camino hacia la excelencia no acaba una vez alcanzado un sello. Conseguirla requiere vislumbrar siempre un nuevo horizonte. Es un proceso en continua evolución, desde el compromiso hacia la excelencia —Sello 300+, Sello 400+ y Sello 500+—, hasta la obtención de nuevos reconocimientos de prestigio.

Alfredo Millán es director de Servicios del Club Excelencia en Gestión.

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