El 77% de las empresas españolas de la industria de alimentación y bebidas reconocen haber sufrido un ciberincidente en los últimos 12 meses, según el Hiscox Cyber Readiness Report 2019. El 31% sufrió una brecha de seguridad con pérdida de datos de los empleados; el 27% ataque por virus informático; el 23% ataque de ransomware; el 23% tuvo una brecha de seguridad con pérdidas de datos de clientes; el 15% informa de equipo perdido o robado con datos sensibles; y el 8% reporta un ataque que provocó la denegación de servicio.

«Las empresas de alimentación y bebidas españolas están concienciadas y ciberpreparadas, por lo que su capacidad de detección y detención de ataques de esta naturaleza es mayor que en otros mercados”, valora  Alan Abreu, suscriptor líder de Cyber de Hiscox. Lideran la inversión reservando el 11,6% de su presupuesto de TI a esta área, frente al 9,2% que dedican las empresas del mismo sector en otros países, o el 8,6% que reservan a esta partida de media las empresas españolas en otros sectores. El 46% de las empresas españolas de esta industria tienen previsto aumentar la inversión en ciberseguridad durante los próximos 12 meses, mientras que la media del estudio está en torno al 65%.

“La industria de alimentación y bebidas de nuestro país lidera la transformación digital del tejido empresarial español, de ahí que por un lado sean una de las que más porcentaje de su presupuesto de TI dedican a la ciberseguridad, mientras que sus planes a futuro no implican un mayor aumento de la inversión ya que vienen realizando esta dedicación de recursos humanos y económicos desde hace mucho tiempo, si la comparamos con otros sectores”, explica  Alan Abreu.

El 69% de las empresas afirman disponer de un plan propio para protegerse de este riesgo. Un porcentaje muy superior al 56% de las compañías del mismo sector en otros países que realizan esta afirmación, o a la media de empresas españolas de otros sectores, donde solo el 57% dispone de una estrategia de ciberseguridad definida, 12 puntos menos que las empresas españolas de alimentación y bebidas.

Además, esta apuesta por la ciberseguridad tiene otra consecuencia transciende al equipo directivo, y se filtran entre los diferentes departamentos, involucrando en mayor porcentaje a todos sus empleados que el resto de empresas analizadas. En ningún otro sector áreas como ventas, finanzas, operaciones o marketing son tan relevantes. “Esto es muy positivo para desarrollar una estrategia de protección completa, ya que el riesgo va más allá de lo tecnológico”, apunta Alan Abreu.

El estudio de Hiscox también pone el foco en el papel de los ciberseguros ciber. El 67%  de las empresas valora disponer de hardware o software de prevención; el 53% acceso a planes de formación para sus empleados; el 47% programas de evaluación de riesgo, y el 40% infraestructura para poder realizar simulacros de incidentes y pruebas de vulnerabilidad.

“Estamos acostumbrados a que la industria española de alimentación y bebidas sea punta de lanza de nuestro tejido empresarial, destacando desde hace muchos años en aspectos como empleo, exportaciones o innovación. Era lógico que ante el nuevo paradigma de la ciberseguridad este sector también estuviera en primera línea, apostando por la concienciación sobre esta realidad, la inversión en recursos humanos y técnicos, la involucración de todo el equipo y la apuesta por los ciberseguros como complementos a su estrategia de ciberseguridad”, concluye Alan Abreu.