Una nueva apertura en Ponzaning que dará que hablar

25/09/2020

Carmela Díaz.

En la madrileña calle de Bretón de los Herreros, dentro de esa área gastronómica que se conoce como Ponzaning, acaba de abrir sus puertas el restaurante Zaga. Un establecimiento muy recomendable por su excelente relación calidad-precio y el buen producto que sirven, y que ocupa el local que durante los últimos años fuera El Atelier Belge. Este restaurante recién inaugurado se posiciona como una propuesta en la que lo fundamental es comer bien, a un precio razonable y dando importancia a su materia prima. Es ideal para una velada familiar de fin de semana.

En la planta de calle el espacio está destinado a barra y mesas altas con una carta específica de tapas y raciones destinadas al picoteo: tostas variadas, ensalada de pimientos asados en la casa, ensalada de tomate rosa, ensaladilla rusa, una riquísima tortilla de patata -no hay que dejar de probar la que elaboran con pimiento verde-, croquetas caseras de jamón o bacalao, empanadillas de bonito con tomate “como las de la abuela” o rejos de calamar al estilo de Santander son algunas de las propuestas que no fallan.

En la planta superior se encuentra el restaurante, amplio y luminoso, con una acertada renovación en la decoración del salón respecto a su predecesor que lo hace irreconocible para los clientes del antaño local destinado a la cocina belga.  La estacionalidad marca la carta de una cocina de sabores donde el respeto al producto es la base de una propuesta basada en la sencillez y en la honestidad. Aquí se viene a comer platos tradicionales y recetas de siempre alejadas de modas y postureos. Entre sus entrantes destacan un muy buen bonito hecho en su propio escabeche, las alcachofas a la brasa (imprescindibles), el tataki de atún rojo, las berenjenas chinas a la brasa con salsa romescu, burrata con tomate en tres texturas, las habitas con sobrasada y huevo frito o las anchoas de Santoña servidas en mantequilla, tal y como las elaboraban primitivamente los primeros conserveros.

La carta de Zaga ofrece igualmente distintos arroces (terminados al Josper), carnes de La Finca y distintas opciones de pescado: estupendos sus dados de merluza a la romana perfectamente rebozados y en su justo punto. Otro imperdible de la carta es el escalope de ternera con empanado secreto; está buenísimo y lo sirven con unas perfectas patatas fritas caseras. Respecto a los postres no hay que perderse la piña a las brasas que acompañan con una salsa de mojito y hierbabuena. El resultado es sorprendente y refrescante.

La bodega dispone de una cuidada selección de vinos de diferentes denominaciones de origen con más de cuarenta referencias, además de todo tipo de destilados para que los comensales puedan alargar la sobremesa. El restaurante dispone también de un reservado para hasta catorce personas, una buena opción para comidas de empresa o reuniones de amigos. Una agradable terraza completa el espacio de este nuevo restaurante. ¿Lo mejor? Por unos 15 euros se puede comer en la barra y por unos 35 se puedes hacer -y estupendamente- a la carta.

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