El Gobierno tampoco logró hoy rubricar una nueva prórroga de los ERTE. La reunión del viernes finalizó sin acuerdo. Y con una nueva ausencia sonada, la del equipo de José Luis Escrivá, el ministro de la Seguridad Social, a quien los sindicato acusan ya de boicotear la negociación, debido al rechazo que genera su idea de ligar la formación a la continuidad de las ayudas.

Los negociadores del ministerio de la Seguridad Social volvieron a ausentarse hoy de la reunión donde se discute la continuidad de esta herramienta que aún da cobijo a 265.000 trabajadores, dependientes de la ayuda del Estado ante la imposibilidad de seguir en el tajo por dificultades ligadas a la pandemia.

El Gobierno ha dado su brazo a torcer. Y parece dispuesto a postergar un mes su idea de ligar los expedientes a planes de formación, que deberían realizar los trabajadores inmersos en ERTE.

Pero la propuesta de prorrogar un mes, hasta el 31 de octubre, el esquema actual, sin que las empresas tengan que renovar papeles, y dejar para noviembre los ERTE de formación, no parece convencer a los agentes sociales, que desconfían por un lado de la capacidad del Estado para ofrecer planes formativos a semejante contingente de personas, en un plazo tan corto de tiempo; y, por otro, del entusiasmo de las empresas afectadas, agotadas además tras un año y medio de crisis.

El equipo de Escrivá justificó su ausencia de la mesa de negociación, la segunda consecutiva, afirmando que se encuentra preparando una propuesta técnica que recoja las ideas planteadas por empresarios y sindicatos en una reunión anterior.

Pero el enfado de los sindicatos fue tal que hoy acusaron a Escrivá de “bloquear” la negociación de esta nueva prórroga; después de que el jefe de los empresarios, Antonio Garamendi, lamentara esta mañana la falta de seriedad del ministerio, tanto por esas ausencias, como por la premura con que se ha abordado esta negociación.

“No es serio” que el Gobierno “presente los papeles” a los negociadores “hace dos días”, cuando de ello dependen 270.000 empleos, lamentó Garamendi, en un encuentro empresarial esta mañana en San Sebastián.

Este martes, el grupo Globalia anunció que presentará un ERTE por causas organizativas, técnicas o de la producción (ETOP), que afectará a 9.000 trabajadores, unos días después de que Iberia anunciara la misma medida, con 5.000 personas implicadas en su caso. En ambos casos las compañías justificaron la presentación de sendos expedientes debido a la incertidumbre abierta sobre la continuidad de los ERTE por causa de fuerza mayor contra la Covid, cuya prórroga negocia ahora in extremis el Gobierno.

Avances en la reposición de prestaciones

Sí hubo, no obstante, avances en otros asuntos, que dependen de la otra pata del Gobierno que participa en la negociación, como es el ministerio de Trabajo. Estos avances se refieren al llamado contador a cero, que permite a los trabajadores consumir prestaciones sin que se les detraigan durante futuros períodos en el desempleo, y sobre la continuidad de los ERTE de limitación, en caso de que surjan nuevos brotes de Covid, según fuentes sindicales, que cita Europa Press.

Aun así, “tenemos que esperar a que haya una propuesta global que implique a los dos ministerios”, lamentan desde CCOO, molestos con la ausencia del esquipo de Escrivá.

Hoy, el líder de CCOO, Unai Sordo, volvió a cargar contra la exigencia de formar a los trabajadores en ERTE que pretende implantar el ministro de la Seguridad Social.

“Es una buena idea planteada en un momento inoportuno”, reiteró Sordo, quien cree que, en la próxima prorroga también se pondrán mantener las prestaciones de los fijos discontinuos, además del citado contador a cero respecto a las prestaciones por desempleo.