DKV avisa que el cambio climático provocará 250.000 muertes

22/10/2021

diarioabierto.es. “Sin ánimo de restar importancia ni gravedad a la COVID-19, creemos que la pandemia climática es el problema más importante en este momento. Se trata de una crisis global a la que, a pesar de llevar años mostrando sus devastadores efectos, no se le está prestando la debida atención y ambas situaciones tienen varios factores en común”, subraya Josep Santacreu, consejero delegado de la aseguradora.

DKV y Ecodes presentan un nuevo Observatorio de Salud y Medioambiente “Cambio climático y salud. La lucha contra el cambio climático, el mayor reto para la salud mundial del siglo XXI”, elaborado con motvo del Día Internacional contra el Cambio Climático, que se celebra el 24 de octubre.

El informe señala al cambio climático como la principal amenaza para la salud mundial. Según “The Lancet Countdown”, de “2000 a 2018, la mortalidad relacionada con el calor en personas mayores de 65 años aumentó un 53,7%”.

Al mismo tiempo, es una amenaza que se debe convertir en una oportunidad para mejorar la salud pública globa.

El Observatorio revisa las últimas investigaciones sobre la incidencia del cambio climático y sus impactos directos sobre la salud (lesiones, enfermedades o defunciones) causados por fenómenos extremos como: las olas de calor, las sequías, el aumento del nivel del mar, las inundaciones, huracanes, etc.

También los principales impactos indirectos a través de los sistemas naturales: enfermedades respiratorias y alérgenos, enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua y enfermedades transmitidas por vectores y los efectos indirectos a través de los sistemas socioeconómicos: inseguridad alimentaria y del abastecimiento de agua y desnutrición, disminución de la capacidad laboral y el mayor sufrimiento para los grupos más vulnerables y por último desplazamientos forzados, o aumento de enfermedades mentales y estrés.

También se analiza las epidemias, como la actual del coronavirus, y la deforestación de los bosques y los daños a la biodiversidad.  María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), insiste en que  “el 70% de los últimos brotes epidémicos que hemos sufrido tiene su origen en la deforestación y en esa ruptura violenta con los ecosistemas y sus especies». «Un ejemplo claro de este fenómeno es el virus del ébola, que saltó de los murciélagos frugívoros de las selvas de África occidental a los humanos y desató el contagio. Lo grave es que pasó lo mismo con el sida y con el SARS”, advierte.

El Observatorio finaliza con cuatro «sencillos gestos» con los que reducir la huella de carbono:

  • cambiar el ascensor por las escaleras, para evitar la emisión de cerca de 6 kg de CO2;
  • apostar por la movilidad sostenible, priorizando los desplazamientos a pie, en bici o en transporte público;
  • vigilar el consumo de electricidad, por ejemplo, ajustar el termostato de la calefacción o del aire acondicionado a un máximo de 21 ºC en invierno y un mínimo de 24 ºC en verano puede suponer un ahorro en el consumo energético de hasta un 24%; mejorar nuestra alimentación;
  • y contratar energía verde, ya que al contratar una compañía eléctrica de origen renovable 100%, las emisiones de CO2 serán cero, y no costará más caro.

La presentación de este Observatorio en la sala F/DKV, en Zaragoza, y ha contado con la participación de Josep Santacreu, consejero delegado de DKV, Víctor Viñuales, director ejecutivo de Ecodes, Felipe Villar, jefe asociado del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y vicepresidente de Neumomadrid; Nicole Hass, portavoz y asesora técnica de la Asociación de pacientes con EPOC/APEPOC, y Marta Pahissa, responsable de Transformación ambiental de DKV.

El CEO de DKV destaca que la aseguradora ya ha publicado 15 informes sobre la contaminación atmosférica, el cambio climático, el ruido o la contaminación por plásticos, en definitiva cómo el medio ambiente impacta en nuestra salud.

“Sin ánimo de restar importancia ni gravedad a la COVID-19, creemos que la pandemia climática es el problema más importante en este momento. Se trata de una crisis global a la que, a pesar de llevar años mostrando sus devastadores efectos, no se le está prestando la debida atención y ambas situaciones tienen varios factores en común”, subraya Josep Santacreu.

El director ejecutivo de Ecodes, Víctor Viñuales, cree que “la salud y el medio ambiente, que deberían haber sido una pareja de siameses, han caminado durante muchos años de forma aislada». «Es tiempo de que se fundan las políticas de salud y las ambientales. En general, lo que es bueno para la salud humana es bueno para la salud del planeta», afirma. Al mismo tiempo, asegura que «todos debemos incrementar nuestra ambición y anunciar compromisos de neutralidad climática, el reto no pueden afrontarlo solo los gobiernos.”

Felipe Villar, jefe asociado del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y vicepresidente de Neumomadrid, asegura que la sanidad tiene un papel importante en la lucha contra al cambio climático. «La huella climática del sector de la salud equivale al 4,4 % de las emisiones globales netas y a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de 514 centrales eléctricas de carbón. Por tanto, si el sector de la salud fuese un país, sería el quinto emisor más grande del planeta. Ante estos datos tan apabullantes, el sector de la salud, cuyo objetivo principal es proteger y promover la salud, debe tener un papel importante en el desempeño de mejorar su huella climática. Es por ello por lo que el personal y las instituciones sanitarias deben hacer un ejercicio de responsabilidad y ser los primeros en abogar y contribuir a mejorar el cambio climático y así proteger la salud de los pacientes y de la población», argumenta.

La portavoz y asesora técnica de la Asociación de pacientes con EPOC/APEPOC, Nicole Hass, considera que la responsabilidad de las asociaciones de pacientes es proporcionar y difundir información sobre las amenazas que plantea el cambio climático y la contaminación del aire para la salud humana, especialmente para los pacientes respiratorios, e instar a otros grupos de interés a fomentar la salud reduciendo las emisiones de carbono. «Nuestro objetivo es conseguir que los pacientes, familiares y su entorno sean cada vez más comprometidos con el cambio climático y contaminación atmosférica. De todos depende adoptar conductas responsables a mejorar la calidad del aire que respiran tanto en sus hogares como en el medio exterior.”

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