Estas líneas las leí hace algo más de dos años, tras el terremoto que asoló Haití y que conmocionó al mundo. Son unas reflexiones que proceden de un artículo titulado Haití no está solo, firmado por el actual secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que dejan patente algo sustancial que se hallaba enraizado en el pueblo haitiano desde antes del terremoto: la necesidad de prosperar, la esperanza.

Los haitianos, que forman un país caribeño con una población joven de algo menos de 10 millones de habitantes, manifestaron su deseo de cambio. Para mí, por todas estas circunstancias, por sus ganas de crecer, resulta verdaderamente especial que su máximo representante -el actual presidente de la República de Haití, Michel Martelly- y su  Gobierno me hayan designado como Embajador Itinerante de Haití, Responsable de la Inversión Internacional. Es desde luego un gran honor y, ante todo y sobre todo, una gran responsabilidad, porque Haití se merece cumplir sus sueños. Por eso acepté con honor esta designación, para trabajar con fuerza por un pueblo que se merece lo mejor y que está preparado para avanzar.

Los haitianos están trabajando y se merecen un presente y un futuro sólido, y lleno de oportunidades. Haití está renaciendo en todos los aspectos. En este sentido, es un país por y para descubrir, que ofrece multitud de oportunidades a los inversores.

Y es que Haití ha vuelto. Ha regresado con fuerza, abierto a la inversión y a los negocios. Y así lo confirman también los esfuerzos del Gobierno que están siendo encaminados a hacer de Haití un país competitivo, porque Haití cuenta con los fundamentos económicos para experimentar un crecimiento sostenido y seguro.

Turismo en el Caribe

De esta forma, existen áreas prioritarias que se están potenciando desde numerosos proyectos abiertos: agua y saneamiento, infraestructuras o educación. Y, sin lugar a dudas, existe en Haití un sector con un futuro innegable: el turístico.

Porque la carta de presentación no puede ser mejor. La naturaleza castigó a Haití con un terremoto, pero también le hizo el regalo de la maravillosa isla de la cual forma parte, donde posee playas envidiables, con una vegetación espectacular… Sin duda, más materia prima para un sector turístico aún sin explotar que debe dar sus primeros pasos de manera firme.

Insisto en este sector como estratégico. Algo que parece obvio, pero que no lo es tanto. Es estratégico porque está en el corazón del Caribe, con sus mismas playas y su misma naturaleza, mar y montaña, pero con una esencia única y diferente al resto de países maravillosos, por supuesto, que la rodean. Y escribo “única” sin que sea un tópico. El idioma, los orígenes culturales, la gastronomía y las costumbres son, por su historia y tradición, diferentes a las de los países que la rodean, lo que la convierten en un destino hasta ahora casi desconocido, pero ideal y diferente.

Por eso, puedo afirmar que el turismo en Haití crecerá y que Haití crecerá con el turismo, siendo esta área uno de los caminos que encontrarán los haitianos para desarrollarse profesionalmente. Y es que la materia prima de Haití no se puede obviar. Existe mano de obra cualificada, con lo que se allana el terreno para atraer inversión extranjera que contribuya al renacimiento, crecimiento y consolidación de este bello país caribeño.

Y desde el Gobierno se están promoviendo las inversiones y subvenciones para el desarrollo y explotación de zonas turísticas, para potenciar los alojamientos turísticos en las zonas urbanas y rurales, o los servicios de alimentación, atracción y ocio, etc. En este sentido, una de las acciones que se está proyectando es precisamente el apoyo al sector privado para que pueda mejorar y tener un futuro consolidado.

El potencial que tiene ahora el sector privado en Haití es inconmensurable. Es un negocio one to one, en el que los beneficios son mutuos; mientras las empresas encuentran en Haití un lugar propio para invertir, el pueblo haitiano encontrará desarrollo. Es decir, redundará en beneficios para las empresas y para los haitianos, que encontrarán el futuro de muchas generaciones que confían en estudiar, trabajar y salir adelante.

Las puertas a la inversión, a las oportunidades, están abiertas.

Antonio Sola (en Twitter, @AntonioSola_ ) es socio director de OstosSola. Es periodista y Master Business Administration (MBA) por el Instituto de Empresa. Vicepresidente de CERTAL y Embajador Itinerante de Haití, es experto en gestión de campañas políticas y electorales. Ha participado en numerosos procesos electorales, como es el caso del actual presidente de México, Felipe Calderón, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, el presidente de Haití, Michel Martelly, así como en otros países de Iberoamérica como Colombia, Perú, El Salvador o Argentina. Ha sido consultor principal en la campaña electoral  presidencial de Mariano Rajoy en 2008 y de Jaime Mayor Oreja, para las elecciones al Parlamento Europeo 2009.