Los mercados están cada vez más preocupados por la perspectiva de unos déficits fiscales interminables y el aumento de la deuda pública, especialmente en Estados Unidos.
La cámara baja del Congreso estadounidense aprobó la semana pasada un proyecto de ley presupuestaria que traerá consigo una nueva oleada de déficits, provocando caídas en el dólar y fuertes subidas en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. Los bonos a largo plazo se vendieron en todo el mundo, aunque los movimientos en EEUU fueron más pronunciados. El dólar cayó frente a las principales divisas, aunque sigue estando lejos de los mínimos registrados después del 2 de abril. La estrella de la semana fue el yen japonés, que parece ser el que más se está beneficiando de la actual revalorización de los tipos de interés a nivel mundial.
Esta semana se publicarán numerosos informes económicos en Estados Unidos: pedidos de bienes duraderos, crecimiento salarial, gasto, inflación PCE y las solicitudes semanales de subsidio por desempleo, que han cobrado mayor relevancia recientemente. Los inversores estarán muy atentos a todos ellos para evaluar las posibles repercusiones económicas de los aranceles de Trump. También serán importantes los titulares que genere el presidente estadounidense en sus redes sociales. Sin embargo, los mercados se están volviendo algo insensibles a ellos, como ha ocurrido con el anuncio y el aplazamiento de los aranceles del 50% a la UE. Las subastas semanales de bonos del Tesoro estadounidense también atraerán una mayor atención, tras la debilidad observada en la demanda de los bonos a 20 años, que provocó una subida notable en los rendimientos de los bonos a largo plazo.
EUR
La Unión Europea es el nuevo objetivo de las amenazas arancelarias de Trump, pero los mercados se han acostumbrado a esperar mucho ruido y pocas nueces por parte del presidente estadounidense. La moneda única ha ignorado en gran medida tanto la amenaza como la marcha atrás de Trump, y parece haber emprendido una tendencia alcista firme, aunque gradual.
La situación fiscal en la zona euro no es tan grave como en EE.UU., con déficits medios inferiores a la mitad de los estadounidenses, y ello a pesar del plan fiscal alemán. Esta mayor disciplina fiscal, relativamente, puede estar sosteniendo a la moneda común, ya que los inversores cada vez le dan mayor importancia. Por otro lado, las buenas noticias sobre la inflación probablemente hayan allanado el camino para al menos dos recortes más de tipos por el BCE antes de finales de año, lo cual puede ser un factor bajista para el euro.
USD
La venta masiva de los bonos del Tesoro estadounidense y los temores que rodean al «gran y hermoso proyecto de ley» del presidente, mantienen el dólar a la baja, rompiendo con la correlación que ha existido entre ambos activos durante décadas. Como aspecto positivo para el dólar, los datos muestran un escaso impacto económico negativo de los aranceles, y ahora las encuestas de actividad empresarial, incluido el PMI compuesto de S&P, se están normalizando. Tampoco vemos signos de deterioro en el mercado laboral, ya que las cifras recientes de solicitudes de subsidio por desempleo no apuntan a despidos masivos en la economía estadounidense.
Paradójicamente, el aumento de los ingresos estatales por los aranceles es la única noticia fiscal positiva. Esto, junto con el fuerte aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense y un mercado muy corto en dólares, según los datos de posicionamiento de inversores, podría proporcionar un alivio a corto plazo para la divisa. Sin embargo, la tendencia a largo plazo probablemente sea a la baja para el dólar.
GBP
La gran sorpresa inflacionista de la semana pasada justifica plenamente el endurecimiento reciente de la postura monetaria del Banco de Inglaterra, y parece que la libra seguirá siendo, en el futuro inmediato, la segunda divisa del G-10 con mayores tipos de interés después del dólar. Si a esto le sumamos la baja exposición de la economía británica a los aranceles de Trump, el posible estrechamiento de lazos con la Unión Europea y la resiliencia de la demanda interna, creemos que hay motivos suficientes para que la libra extienda su rally.
Esta semana no hay datos importantes, aunque en los próximos días escucharemos a varios miembros del Comité de Política Monetaria, entre ellos el gobernador Bailey. Será interesante conocer su opinión sobre el shock inflacionario que conocimos la semana pasada y las excelentes cifras de ventas minoristas. Sospechamos que reiterará una vez más la postura «gradual y cautelosa» de flexibilización monetaria, y es probable que la mayoría de los miembros del comité echen un jarro de agua fría a la posibilidad de otro recorte en el corto plazo (los mercados no están descontando plenamente una nueva bajada de tipos hasta noviembre).
JPY
El yen obtuvo un buen rendimiento la semana pasada, apreciándose frente al dólar a su nivel más alto en las últimas dos semanas el pasado viernes. Esto se debió al flujo que se produjo hacia divisas refugio ante las nuevas amenazas arancelarias. Las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y Japón continúan. La atención se ha centrado en si el acuerdo incluirá o no disposiciones relativas al tipo de cambio. Hasta ahora, no parece que sea el caso, ya que los representantes de ambas partes indicaron la semana pasada que el tipo de cambio debe estar determinado por las fuerzas del mercado.
Seguimos sosteniendo que los mercados están subestimando las posibles subidas de tipos de este año por el Banco de Japón. Los datos de inflación de abril respaldan nuestra tesis, ya que, aunque la tasa de inflación principal se mantuvo sin cambios en el 3,6%, la subyacente (que excluye los alimentos frescos) subió inesperadamente al 3,5%, su nivel más alto en más de dos años. El gobernador del Banco de Japón, Ueda, hablará el martes y, aunque no esperamos todavía ningún cambio en el tono de su discurso, creemos que el mercado de swaps está siendo demasiado conservador con respecto a las subidas de tipos por el Banco de Japón (15 pb en lo queda de año).
CNY
La debilidad generalizada del dólar estadounidense permitió al yuan alcanzar su nivel más alto frente al dólar desde noviembre, situándose el USD/CNY actualmente por debajo de la marca de 7,20. Los datos de abril publicados la semana pasada fueron dispares. Las ventas minoristas decepcionaron, lo que puso de relieve la preocupación por el consumo, pero la producción industrial mostró una mayor resiliencia. Como se esperaba, el recorte de 10 puntos básicos en el tipo de interés oficial (anunciado a principios de mes), redujo la tasa de interés preferencial a un año al 3% y al 3,5% para los préstamos a cinco años.
A corto plazo, la atención seguirá puesta en el impacto económico de los aranceles en China y en el futuro de las relaciones con Estados Unidos. En cuanto a lo primero, en los próximos días se publicarán más datos, entre ellos el indicador PMI de mayo, que se darán a conocer el sábado.