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Gráfico: DWS[/caption]
Aunque puede que los llamados minerales críticos aún no hayan entrado realmente en
el debate social más amplio, ya desempeñan un papel extremadamente destacado en
la política y, sobre todo, en las polémicas geopolíticas. Los intentos de acercamiento
entre Estados Unidos y China en torno a los minerales vitales han recibido
recientemente una amplia cobertura en la prensa alemana. Numerosos artículos han
examinado también la gran dependencia de estos minerales por parte de las
compañías alemanas, trazando un panorama bastante crítico sobre el suministro
futuro.
Los elementos que se engloban bajo el término minerales críticos son de importancia
básica para las tecnologías orientadas al futuro como los vehículos eléctricos, los
aerogeneradores y las células solares, por lo que resultan indispensables para la
transición mundial hacia una producción energética sostenible. La concentración de la
extracción y el procesamiento de minerales en un pequeño número de países, así
como los largos plazos para el desarrollo de nuevas minas, plantean riesgos
significativos para las cadenas de suministro en el mundo entero. La excesiva
dependencia de países de alto riesgo, como China, para la obtención de recursos
minerales esenciales también genera importantes riesgos políticos y económicos. No
se pueden descartar las interrupciones del suministro o la escasez. Un esfuerzo por
diversificar las cadenas de suministro pretende eliminar este riesgo, pero la
diversificación no puede lograrse de forma rápida. No obstante, algunos gobiernos de
todo el mundo han reconocido el peligro y han anunciado medidas para reducir la
dependencia de contar con tan pocas fuentes de minerales críticos. Aunque la oferta es motivo de preocupación, la demanda no lo es. Esperamos que la demanda de minerales básicos siga aumentando drásticamente a medida que el mundo siga buscando con urgencia la descarbonización.
Definición y significado de los minerales críticos
Los minerales esenciales se definen como minerales que no se utilizan como
combustible y que son imprescindibles para la seguridad económica y nacional, en
particular en el ámbito de las tecnologías energéticas. En 2020, EE.UU. definió los
materiales críticos en la Ley de Energía como todos los minerales, elementos,
sustancias o materiales que no se utilizan como combustible y que el Departamento
de Energía certifica que (a) presentan un alto riesgo de interrupción de la cadena de
suministro y (b) desempeñan una función esencial en una o más tecnologías
energéticas, incluidas las de generación, transmisión, almacenamiento y
conservación de la energía.
Además, en 2022 se publicó una lista de 50 minerales clasificados como críticos por el Departamento de Interior de EE.UU. Algunos ejemplos son el cobre, el litio, el níquel, el cobalto y las tierras raras, que son esenciales para las tecnologías de energía limpia, como las turbinas eólicas, los vehículos eléctricos y las redes eléctricas. Dada la creciente necesidad de energía limpia, creemos que es probable que la demanda de estos minerales aumente significativamente.
Las crecientes tensiones geopolíticas complican la tarea de abastecerse de minerales
críticos para la transición energética mundial y los están convirtiendo en foco de
interés no sólo político, sino también social. Los minerales fundamentales pueden
considerarse el talón de Aquiles de la transición energética. Si los conflictos
geopolíticos se intensifican, creemos que existe un alto riesgo de que se produzcan
cuellos de botella en el suministro, que deben evitarse a toda costa. Según los cálculos
de la Agencia Internacional de la Energía, para alcanzar la producción neta cero en
2050, la demanda anual de estos minerales se habrá multiplicado por seis de aquí a
2040, según cálculos de la Agencia Internacional de la Energía . Para situar este dato en su contexto, en los próximos diez años se necesitarán 300 nuevas minas sólo para
suministrar los minerales necesarios para las baterías.
La Unión Europea (UE) también mantiene una lista de materias primas críticas que se
consideran estratégicas para el desarrollo económico de la UE y, según los expertos,
están sujetas a un mayor riesgo de suministro. Desde que se publicó la primera lista de
este tipo en 2011, ha habido actualizaciones a intervalos irregulares, con un aumento
constante del número de materias primas mencionadas. Entre otras cosas, la lista
incluye un grupo de elementos conocidos colectivamente como tierras raras, algunos
de los cuales son esenciales para la producción de tecnologías con bajas emisiones de
carbono y otras tecnologías avanzadas. La UE depende casi por completo de China
para el suministro y procesamiento de estas tierras raras y lo considera una grave
amenaza económica. La dependencia de las tierras raras es un ejemplo destacado del
reto general al que se enfrenta Europa para alcanzar sus ambiciosos objetivos
climáticos sin poner en peligro su autonomía geopolítica y su competitividad
económica.
La UE aprobó la Ley de Materias Primas Críticas en 2024
La Ley de Materias Primas Críticas de la Unión Europea, publicada en mayo de 2024,
pretende reforzar todas las fases de las cadenas de valor europeas de materias primas
críticas y garantizar que estas se suministren a la industria europea de forma segura y
sostenible. La UE también pretende reducir significativamente la dependencia del
bloque de las importaciones procedentes de países determinados. La lista de materias
primas cruciales se ha ampliado para incluir materias primas estratégicas que son
importantes para las tecnologías esenciales para lograr las ambiciones
medioambientales y digitales de Europa, así como para aplicaciones de defensa y
espaciales, y que son vulnerables a posibles riesgos de suministro en el futuro.
Con el fin de garantizar el acceso a largo plazo a importantes materias primas, se
están cerrando más acuerdos entre países concretos, como el firmado entre Estados
Unidos y Ucrania en abril de este año, que implica la creación de un fondo de
inversión conjunto para la reconstrucción de Ucrania. El fondo se financiará en parte
con los ingresos procedentes de la futura extracción de recursos naturales. Sin
embargo, su eficacia depende de la paz a largo plazo y de unas condiciones de
inversión estables. Además de la guerra continua con Rusia, los obstáculos más
importantes incluyen estudios geológicos obsoletos e infraestructuras energéticas en
mal estado. El acuerdo refleja el enfoque transaccional de la administración Trump en
materia de política mineral y podría incluso servir de modelo para acuerdos de
cooperación similares.
Para Ucrania es crucial que el país conserve la plena propiedad de sus recursos
naturales e infraestructuras, incluida la decisión sobre lo que se extrae. El fondo
conjunto de inversión para la reconstrucción será gestionado conjuntamente por
ambos países sobre la base de una asociación igualitaria. El acuerdo no prevé que
Estados Unidos reciba grandes cantidades de minerales ucranianos como cuasi-
reembolso por la ayuda militar, como había exigido Trump en un principio. En su lugar,
una cláusula prevé la extracción de futuros recursos minerales por parte de Estados
Unidos en condiciones competitivas.