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En la reunión de su consejo de gobierno de junio

El BCE baja los tipos de interés al 2% ante la mejora de la inflación y el débil crecimiento

01:09h

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El Banco Central Europeo (BCE) ha recortado los tipos de interés 0,25 puntos, del 2,25% al 2%, hasta un mínimo desde 2022. La decisión se ha tomado después de constatar los mejores datos de inflación en toda la Unión Europea, y ante la debilidad que comienza a detectar en el crecimiento económico de los principales países comunitarios como consecuencia de la guerra comercial iniciada por Donald Trump.

La autoridad monetaria europea ha valorado que la inflación se ha moderado al 1,9% como media de todos los socios en mayo, tres décimas menos que en abril. Este parámetro era el que ha estado siguiendo mes tras mes desde 2023 en que los precios comenzaron a subir significativamente como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania.

Sin embargo, no ha sido el único factor a tener en cuenta, desde que en febrero de este año el presidente de Estados Unidos empezó su cruzada unilateral de subidas arancelarias, lo que ha hecho variar las previsiones de crecimiento para todos los países europeos. Por tanto, inflación y guerra comercial han llevado al organismo que preside Christine Lagarde a rebajar, por séptima vez consecutiva, un cuarto de punto (0,25%) el precio del dinero, el octavo desde junio de 2024, hasta dejarlo en el 2%, después de haber llegado a estar en el 4% hace tan solo un año.

Menor inflación y menor crecimiento económico

Muchos analistas consideran que la rebaja de junio podría ser la última que autorice el BCE este año, aunque todo dependerá de las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica. Pero la rebaja de junio se sustenta en que las previsiones del organismo fijan la inflación en el 2% de media para este año, y en el 1,6% para 2026. Con ello, los economistas del BCE rebajan sus anteriores previsiones: “Las revisiones a la baja de 0,3 puntos porcentuales tanto para 2025 como para 2026 respecto a las proyecciones de marzo reflejan principalmente la reevaluación a la baja de los supuestos sobre los precios de la energía y la apreciación del euro”, explica en su comunicado la autoridad monetaria. Además, considera que el fortalecimiento del euro frente al dólar va a tener un doble efecto. En primer lugar, abaratará las importaciones de petróleo o gas, que se pagan en dólares; pero en segundo lugar encarecerá las exportaciones desde la Eurozona, lo que supondrá un aumento de los costes para los importadores de Estados Unidos por los aranceles de Donald Trump. Por lo que respecta al crecimiento económico, el BCE prevé que el PIB crezca un 0,9% en 2025, considerando que el primer trimestre de este año se ha comportado de una forma "más sólida de lo previsto", el problema el resto del ejercicio que ofrecen unas perspectivas más débiles. El 0,9% de crecimiento para el conjunto de la UE pone de relieve que no todas las economías llegarán a crecer en ese mismo porcentaje, como sería el caso de Alemania, Francia e Italia, las tres principales economías del bloque europeo; y otras, superarán esa previsión, como es el caso de España (la cuarta economía), cuyo crecimiento del PIB se situará en el entorno del 2,4% o 2,5%, según las previsiones de la Comisión Europea o de la OCDE. El BCE considera que el crecimiento económico se basará más en el aumento de la inversión pública en defensa, infraestructuras, digitalización o transición energética, mientras que tensionará ese crecimiento la incertidumbre sobre las políticas comerciales que podrían afectar a la inversión de empresas y exportaciones. También favorecerán el crecimiento, los ingresos reales de cada país y el mercado laboral, que invitarán a los hogares a gastar más. Por tanto, la bajada del precio del dinero servirá para mejorar las condiciones de financiación y, con ello, elevar "la resiliencia de la economía europea ante las crisis globales", explica el BCE. Con ella acaban sus directrices de encarecer la financiación, frenar el consumo y la inversión de las familias para contener la inflación. No obstante, el BCE explica que en un contexto de elevada incertidumbre, los expertos han evaluado también algunos mecanismos mediante los que distintas políticas comerciales podrían afectar al crecimiento y a la inflación en escenarios ilustrativos alternativos. Pero si, finalmente, se resuelve favorablemente la guerra comercial, el crecimiento económico podría ser mayor y la evolución de los precios todavía podría bajar más.

Lagarde se mantendrá en el cargo hasta 2027

En la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno del BCE, su presidenta, Christine Lagarde, aseguró que se mantendrá en el cargo hasta que acabe su mandato, el 31 de octubre de 2027: "Puedo asegurarles con total seguridad que siempre he estado y estoy totalmente decidida a cumplir mi misión y a completar mi mandato". En las últimas semanas se venía especulando sobre la posibilidad de que dejara el BCE antes del otoño de 2027, después de que el fundador del Foro Económico Mundial (WEF), Klaus Schwab, afirmara que Lagarde se estaba planteando una salidad anticipada para ocupar la presidencia del Foro de Davos. Schwab había anunciado en abril su dimisión inmediata del cargo, y la organización había constituído un comité de búsqueda para seleccionar al futuro presidente del Foro.

Según recoge la web de Europa Press, Schwab aseguró al 'Financial Times' que Lagarde había estado en el centro de un plan que ambos habían discutido durante "varios años" para que la francesa lo reemplazara al frente del WEF. Explicaba, entonces, que la última conversación tuvo lugar a principios de abril, cuando visitó a Lagarde en Fráncfort "para hablar con ella sobre la transición de liderazgo, permaneciendo (Schwab) como presidente hasta que estuviera lista para asumir el cargo, a más tardar, a principios de 2027", añadiendo que se habían acordado cuestiones prácticas, incluyendo un apartamento en Suiza, para que Lagarde asumiera el liderazgo de la organización antes de que su mandato en el BCE finalice en 2027. Lagarde, que ocupa la presidencia del BCE desde 2019 con un mandato no renovable de ocho años de duración, forma parte del directorio del Foro Económico Mundial desde 2008. En caso de abandonar anticipadamente su cargo, Lagarde, de 69 años, ex directora gerente del FMI y exministra de Finanzas de Francia, sería el segundo presidente del BCE, después de Wim Duisenberg, en dejar la institución con sede en Fráncfort de forma prematura.