El pijama de Marilyn y las rosas del Jardín Real
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Desde hace cinco años, en primavera, Chanel aumenta la colección de rosas del Real Jardín Botánico de Madrid.
Para celebrar los cien años del pijama de Marilyn Monroe, el mítico nº5, la casa francesa decidió restaurar la rosaleda del Botánico e incrementar la colección anualmente. Este 2025 no sólo la aumenta con seis nuevas variedades de rosas singulares; Léda, Robert Le Diable, Blush Damask, Blanchefleur, Crested Moss (sin. Chapeau de Napoleon) y la Tour de Malakoff. Todas ellas tienen la singularidad de ser muy olorosas, otros años se han inclinado por donar rosas españolas, otros antiguas, híbridos y en esta ocasión, la premisa es que fueran muy olorosas.
También Chanel patrocina el desarrollo de una nueva base de datos dinámica. El objetivo es mejorar la gestión y conservación de todos los especímenes para facilitar su acceso desde la web interactiva del RJB-CSIC (las siglas del Real Jardín Botánico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
repartidas en 8 hectáreas de terreno, 80.000 metros cuadrados, de los cuales 2.800 están reservados a La Rosaleda.
En ese espacio único se reúnen más de 340 especies de rosas. Las hay trepadoras, diminutas, enormes, sin y con olor, con y sin espinas, colgantes, rastreras y arbustivas. Quizás las más apreciadas sean las antiguas que conservan un aroma único. La lástima es que el sol abrasador y las altas temperaturas madrileñas las convierten en un preciado bien efímero porque acortan su floración, las quema.
Ana Juan y Carmen Duerto brindan en el acto de presentación de Chanel en el Botánico[/caption]
La Premio Nacional de Dibujo, Ana Juan, ha ilustrado en acuarela la historia de un conflicto con final feliz, la rosa blanca de York se unió, al acabar la guerra del siglo XVI, con la roja de Lancaster y así nació la York and Lancaster con espinas y 25 pétalos. Fernando Vicente, en acrílico, ha sido tan minuciosa que su rosa incorpora un escarabajo que pasaba por ahí. Jacobo Pérez-Enciso, escogió una de las damascenas más antiguas. Jorge Arévalo, que mezcla lo analógico y lo digital, se inclinó por una rugosa antigua alemana del siglo XIX y Marta Chirino, con grafito, ha ilustrado un rosal colgante de rosas diminutas de 25 pétalos y que es una belleza.
El resultado se puede ver en la web del Jardín y físicamente en el propio Botánico donde las cinco ilustraciones estarán expuestas, en los cuadrantes que ocupa la Rosaleda, durante todo el mes de junio y así las ilustraciones oleran.
Para celebrar los cien años del pijama de Marilyn Monroe, el mítico nº5, la casa francesa decidió restaurar la rosaleda del Botánico e incrementar la colección anualmente. Este 2025 no sólo la aumenta con seis nuevas variedades de rosas singulares; Léda, Robert Le Diable, Blush Damask, Blanchefleur, Crested Moss (sin. Chapeau de Napoleon) y la Tour de Malakoff. Todas ellas tienen la singularidad de ser muy olorosas, otros años se han inclinado por donar rosas españolas, otros antiguas, híbridos y en esta ocasión, la premisa es que fueran muy olorosas.
También Chanel patrocina el desarrollo de una nueva base de datos dinámica. El objetivo es mejorar la gestión y conservación de todos los especímenes para facilitar su acceso desde la web interactiva del RJB-CSIC (las siglas del Real Jardín Botánico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
La Rosaleda
El Botánico situado en el paseo del Prado madrileño cuenta con 5.600 plantasrepartidas en 8 hectáreas de terreno, 80.000 metros cuadrados, de los cuales 2.800 están reservados a La Rosaleda.
En ese espacio único se reúnen más de 340 especies de rosas. Las hay trepadoras, diminutas, enormes, sin y con olor, con y sin espinas, colgantes, rastreras y arbustivas. Quizás las más apreciadas sean las antiguas que conservan un aroma único. La lástima es que el sol abrasador y las altas temperaturas madrileñas las convierten en un preciado bien efímero porque acortan su floración, las quema.
Exposición Rosas Ilustradas
El año pasado se contó con Antonio López para celebrar la llegada de seis nuevos ejemplares. El manchego pinta fielmente la naturaleza y la rosa nunca ha sido indiferente en su obra. Las pinta y las disfruta en su jardín. Este año, Chanel pensó en seguir de alguna forma en esa línea. Invitó a cinco grandes ilustradores españoles a que pasearan por La Rosaleda y escogiesen una rosa para llevarla a su mundo creativo. [caption id="attachment_696322" align="alignnone" width="1280"] Ana Juan y Carmen Duerto brindan en el acto de presentación de Chanel en el Botánico[/caption]
La Premio Nacional de Dibujo, Ana Juan, ha ilustrado en acuarela la historia de un conflicto con final feliz, la rosa blanca de York se unió, al acabar la guerra del siglo XVI, con la roja de Lancaster y así nació la York and Lancaster con espinas y 25 pétalos. Fernando Vicente, en acrílico, ha sido tan minuciosa que su rosa incorpora un escarabajo que pasaba por ahí. Jacobo Pérez-Enciso, escogió una de las damascenas más antiguas. Jorge Arévalo, que mezcla lo analógico y lo digital, se inclinó por una rugosa antigua alemana del siglo XIX y Marta Chirino, con grafito, ha ilustrado un rosal colgante de rosas diminutas de 25 pétalos y que es una belleza.
El resultado se puede ver en la web del Jardín y físicamente en el propio Botánico donde las cinco ilustraciones estarán expuestas, en los cuadrantes que ocupa la Rosaleda, durante todo el mes de junio y así las ilustraciones oleran.