Von der Leyen confirma "el buen camino" de las conversaciones
Trump retrasa hasta el 9 de julio los aranceles del 50% a la UE
01:09h
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[caption id="attachment_695981" align="alignnone" width="880"] Trump y von der Leyen durante el funeral por el Papa Francisco Foto: X[/caption]
Aún no se da nada por perdido. La Unión Europea desea alcanzar un acuerdo sobre los aranceles con la Administración de Donald Trump. Y esta semana comienza con un retraso en la decisión del presidente estadounidense de aplicar su amenaza de elevarlos un 50%. Iba a ser el 1 de junio y ahora el plazo de 90 días que había dado EEUU se alarga hasta el 9 de julio.
Este retraso ha sido posible tras la conversación mantenida por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con el propio Donald Trump. La presidenta comunitaria le pidió retrasar la fecha hasta el 9 de julio para dar más margen a las negociaciones, y el presidente estadounidense ha accedido. Así lo ha reconocido Trump quien confirmaba la llamada y la petición de prórroga. Von der Leyen ha recalcado que las conversaciones se intensificarán.
“La UE y los EEUU comparten la relación comercial más estrecha e importante del mundo. Europa está dispuesta a avanzar en las conversaciones con rapidez y decisión. Para llegar a un buen acuerdo necesitaríamos tiempo hasta el 9 de julio”, ha señalado Von der Leyen en su cuenta de X tras una “buena llamada” con Trump, a lo que ha añadido que "la UE y Estados Unidos tienen la relación comercial más relevante y estrecha del mundo".
Pese a todo lo que ha pasado desde que Trump llegara a ocupar la Casa Blanca, la llamada del pasado viernes es una de las primeras conversaciones que mantienen ambos líderes políticos, peses a que von der Leyen había pedido mantener un encuentro a Trump incluso antes de que jurara su cargo de presidente de Estados Unidos. No ha sido hasta el funeral del Papa Francisco cuando ambos mandatarios se han hablado para confirmar su deseo de reunirse, aunque todavía no se ha puesto una fecha al encuentro.
Lo que Trump siempre ha dejado claro es que no le gusta la Unión Europea, y pese a todas las amenazas y retos arancelarios, en la UE intentan mostrar una posición de firmeza, pero sin llegar a los exabruptos de Trump, e intentando atemperar los cambios de guion permanente del presidente estadounidense. El último, el mismo viernes antes de la llamada con von der Leyen, en que anunció un incremento del 50% de los aranceles. Tras la conversación, la política alemana ha optado por mantener abierto el interés por llegar a un "acuerdo de buena fe".
Al final, el 9 de julio será la nueva fecha, tanto para el nuevo incremento del 50% fijado por Trump, como a los ya conocidos como aranceles "recíprocos" del 20%, mientras la UE ha decidido mantener en espera sus contramedidas para responder a las tasas del 25% fijadas al aluminio y el acero por Trump.
Desde la UE se siguen sin perder las formas. Su máxima, como explicó recientemente el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, es que "el comercio debe guiarse por el respeto mutuo y no las amenazas”, coincidiendo con la propuesta europea de "aranceles cero por cero" tanto en bienes industriales como en vehículos, y comprometerse a elevar las importaciones en sectores estratégicos como la energía, además de cooperar en redes móviles 5G y 6G, semiconductores, sector energético. Con esta propuesta la UE pretendía reducir el déficit comercial entre la UE y EEUU, del que tanto se queja Trump.
El pasado 2 de abril, en el llamado 'Día de la liberación', el presidente estadounidense anunció la imposición de aranceles del 20% para todos los productos procedentes de la Unión Europea, aunque a los pocos días Trump suspendió durante 90 días su aplicación, dejando en vigor una tarifa universal del 10%. En marzo ya había fijado un arancel el 25% sobre las importaciones de automóviles y piezas de coches europeos.
Por su parte, la UE mantiene su intención de denunciar los aranceles de EEUU a todas las importaciones extranjeras, incluidas las de la UE, ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Otra medida que tienen preparadas las autoridades comunitarias es el gravamen a productos estadounidenses por 100.000 millones de euros, aunque solo llegarán si ambos bloques económicos alcanzan un acuerdo.