Esta semana el banco tiene que enviar su plan estratégico hasta 2020 al BCE

El acuerdo en seguros y gestión de activos con Allianz condiciona el futuro del Banco Popular

01:09h

El consejo de administración del Banco Popular se reúne el 31 de mayo. En el orden del día oficial de la reunión, la aprobación del plan estratégico para los próximos 3 años, que debe enviar esta semana al Banco Central Europeo (BCE). Éste contempla las tres opciones sobre el futuro de la entidad planteadas por el nuevo presidente, Emilio Saracho, en la junta general de accionistas: venta a otro banco, ampliación de capital, desinversiones de activos considerados no estratégicos.

El plan estratégico de capitalización hasta 2020 contempla, entre otras alternativas, incrementar la ratio de capital principal, actualmente en el 11,91%, apenas 0,53 puntos por encima del mínimo regulatorio exigido, con la venta de activos (la operación más avanzada es Totalbank, la filial en EEUU) y con la conversión de los CoCos en acciones (aunque esa medida perjudicará a los fondos de inversión, que tienen un gran peso en el accionariado del Popular).

No es previsible, por tanto, que haya en la reunión del consejo de administración del Popular ya una decisión más o menos definitiva sobre el futuro del banco, ya que los consejeros y los principales accionistas (la Sindicatura, el banco francés Credit Mutuel, la aseguradora alemana Allianz, el grupo de inversores mexicanos encabezado por Del Valle, el grupo chileno Luksic) siguen sin resolver la incógnita sobre la venta o mantener la independencia combinando la venta de activos no estratégicos con una ampliación de capital.

El propio banco se dio como plazo el 10 de junio para tomar una decisión sobre su futuro, teniendo en cuenta que hasta ahora no ha recibido ninguna propuesta concreta para su compra por parte de otro grupo, pese a que todos consideran muy interesante el peso que tiene en pymes (18% del mercado), autónomos y profesionales.

En el proceso de sondeo abierto por el propio banco, solamente dos entidades mostraron un cierto interés por el Popular: el Santander y Bankia. El Santander no ha participado hasta ahora en el proceso de concentración registrado en la banca española, como han hecho el resto de sus colegas (se ha limitado a absorber a sus filiales Banesto y Banif). Bankia es una entidad nacionalizada (lo que puede hacer muy complicado que la Unión Europea permita que compre el Popular) y se encuentra en la fase preliminar de absorción de BMN.

En el sector financiero apuntan que el Ministerio de Economía está utilizando a Bankia como ‘liebre’ para que sus competidores privados hagan finalmente ofertas por el Popular, ante el aparente desinterés inicial por hacerse con la entidad.

CaixaBank, que oficialmente está centrado en la integración del BPI en Portugal, y BBVA parecen esperar a que el Popular apruebe el inicio del proceso de venta y exija la presentación de ofertas vinculantes (que es lo que da acceso a toda la documentación que permite comprobar cuál es la situación real del banco). El Sabadell., oficialmente, se mantiene al margen de esta operación.

En cualquier caso, el Santander ha contratado a Citi como asesor en una hipotética operación de compra del Popular. Y el BBVA ha hecho lo mismo con Rothschild. Bankia, oficialmente, no ha contratado a un banco de inversión para este proceso (tiene a Morgan Stanley para la absorción de BMN). Tampoco han hecho movimiento alguno en este sentido CaixaBank y el Banco Sabadell.

En ese contexto, el Popular ha encargado a otro banco de inversión, Morgan Stanley, avanzar en la ampliación de capital. Esa opción gana peso con las especulaciones sobre una alianza entre los inversores mexicanos liderados por Del Valle y el grupo chileno Luksic para aportar 1.500 millones de euros, la mitad de lo que presuntamente necesita el Popular para culminar su saneamiento, y que haría de factor arrastre a otros accionistas del banco y a inversores institucionales no presentes ahora en él.

Allianz, clave

En todo este proceso, el Banco Popular tiene con Allianz el acuerdo de bancaseguros más longevo de España, se remonta nada menos que a 1988 (la aseguradora alemana no entró en el capital de la entidad hasta 1996), aunque ha sido revisado en varias ocasiones, la última en 2011, cuando además se amplió la colaboración entre los dos grupos a la  gestión de activos.

Básicamente, el acuerdo entre Popular y Allianz se canaliza a través de una sociedad hólding, controlada en un 60% por el grupo alemán, de la que cuelgan filiales específicas para Vida, Pensiones, Seguros Generales, y gestión de activos. Técnicamente, son pactos que tienen una duración de 15 años, ampliables a 25 años. En el primer caso, hasta el año 2026. En el segundo, hasta el año 2036.

Ese pacto es uno de los grandes activos del Banco Popular, pero complica su compra por parte de Bankia, que tiene un acuerdo de bancaseguros con Mapfre. La entidad nacionalizada tuvo que pagar 608 millones por deshacer el pacto que tenía Bancaja (una de las 7 cajas integradas en el Banco Financiero y de Ahorros, BFA) con la aseguradora británica Aviva, que es del año 2000. Curiosamente, la multinacional que estrenó los acuerdos de bancaseguros con cajas ha terminado por tirar la toalla en España, vendiendo sus negocios a Santalucía.

Nadie se atreve a calcular cuánto costaría deshacer el acuerdo entre el Popular y Allianz, entre otras cuestiones porque la 'letra pequeña' del pacto entre los dos grupos es uno de los secretos mejor guardados tanto en el banco como en la aseguradora. Pero es una factura que cualquiera de los bancos interesados deberá tener muy en cuenta a la hora de plantearse la adquisición del Popular

Una situación similar tiene el Santander, que cuenta con Aegon como socio asegurador en España, aunque ese acuerdo deja fuera Autos (ramo que no trabaja la multinacional holandesa), donde Allianz tiene una posición muy sólida. De hecho, el Santander está buscando un socio para este ramo, donde actualmente opera con un multitarificador (están presentes AXA, Caser, Click, Fiatc, Plus Ultra, Liberty, Pelayo, Reale y Zurich), y para otros que quedan fuera del acuerdo con Aegon. Generali es una de las aseguradoras que han quedado finalistas en este proceso, que no tiene fecha para su cierre. Una oferta por el Popular cambia totalmente el panorama en la estrategia aseguradora del Santander.

En el caso de CaixaBank, tiene su propia aseguradora de Vida, que además es la líder destacada del sector, VidaCaixa, y un acuerdo con Mutua Madrileña en Seguros Generales a través de SegurCaixa Adeslas. Ese pacto, que es exclusivo y vitalicio (no tiene fecha de caducidad) se ha reforzado por la entrada de la mutua en el capital del banco de la Caixa, donde es el segundo mayor accionista (tras el mayoritario, Criteria), y de su presidente, Ignacio Garralda, como consejero.

Prácticamente se puede escribir lo mismo sobre el Sabadell, que tiene con Zurich un acuerdo de bancaseguros tanto en Vida y Pensiones como en Seguros Generales.

En cambio, el acuerdo con Allianz es atractivo para un banco que no esté atado a una aseguradora, como es el caso del BBVA.