Pese a los avances frente a la pobreza extrema

La reducción de la pobreza laboral se estanca, según la OIT

01:09h

[caption id="attachment_399654" align="alignnone" width="660"] Imagen: OIT[/caption] Louisette Fanjamalala, una costurera de los arrabales de Antananarivo, la capital de Madagascar, sobrevive con apenas dos dólares diarios. Con ellos debe alimentar a sus cuatro hijos, dos suyos y otros dos adoptados. Y enfrentarse además a las negativas de las fábricas de confección, que la consideran demasiado vieja para trabajar. Con la máquina de coser que le han proporcionado por sufrir violencia en el trabajo, Louisette tiene que bregar con sus hijos adolescentes entre las cuatro paredes de la única habitación con que cuenta su vivienda en los suburbios de la capital. Ha debido renunciar al salario de entre 20 y 90 euros que cobran los trabajadores de las fábricas de confección que menudean por la zona. Y lucha cada día por llevar un plato de comida a la mesa de su hogar. “Cada vez es más difícil que me contraten. Me consideran demasiado vieja. Y es una lástima, porque soy una mujer cualificada. Trabajo con la misma rapidez, y aún mejor, que los trabajadores más jóvenes”, afirma empuñando las tijeras con las que confecciona cortinas y vestidos, que luego llevará a vender al mercado local. “Por lo general, los departamentos de recursos humanos rechazan mi solicitud de empleo sin ni siquiera concederme una entrevista”, suspira.

Avances en la lucha contra la pobreza extrema

La historia de Louisette – acogida a un programa de la OIT, la organización internacional del trabajo, que le ha proporcionado su máquina de coser – resulta común en Madagascar. En el país africano el 93% de la población trabaja en la economía informal, según los cálculos de esta organización dependiente de la ONU. Se calcula que en el mundo en desarrollo, el número de personas que tienen un empleo vulnerable asciende a 1.400 millones. De ellos, unos 430 millones sufren de pobreza laboral moderada, es decir, deben conformarse con un ingreso de 1,90 a 3 dólares diarios.

La pobreza moderada se resiste a desaparecer

“Los países emergentes han logrado avances significativos en la reducción de la pobreza laboral extrema. Sin embargo, la pobreza laboral moderada sigue siendo generalizada”, afirma Stefan Kühn, autor del informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo. Tendencias 2018 de la citada organización. Aun así, a pesar de los progresos, la pobreza laboral extrema afecta en 2017 a unos 300 millones de personas en los países emergentes y en desarrollo. Y eso incluye quienes no ven más de 1,9 dólares como fruto diario de su trabajo. “Los progresos en la reducción de la pobreza laboral son demasiado lentos para compensar el crecimiento de la fuerza de trabajo en los países en desarrollo”, concluye el informe, que recomienda a los Gobierno intensificar los esfuerzos para reducir las desigualdades y garantizar mejores condiciones laborales entre la población.