Pablo Iglesias vuelve a adoptar un perfil moderado

Pedro Sánchez se desmarca de Albert Rivera, que disputa ferozmente el liderazgo de la derecha a Pablo Casado

01:09h

Más de lo mismo en el segundo debate electoral. Con un formato menos encorsetado y más dinámico que en el de TVE, el de Atresmedia fue el Día de la Marmota: diálogo de sordos, abundante insulto y derroche de mala educación (especialmente de Albert Rivera, que interrumpía en demasiadas ocasiones a sus rivales), muchas promesas, pero pocas, por no escribir ninguna, propuestas concretas. Se salva Pablo Iglesias, por su tono mesurado, con un perfil casi profesoral, y sus abundantes "los espectadores no se merecen esto", hasta el punto de que Rivera le acusó de pretender "ser el árbitro".

La gran novedad es que, por fin, Pedro Sánchez descarta un pacto con Ciudadanos, no entra en sus planes llegar a un acuerdo con quien ha puesto un "cordón sanitario al PSOE". Albert Rivera sigue ofreciéndose a "los constitucionalistas" del PP, porque "el señor Sánchez está gobernando con los que quieren liquidar mi país y yo con esos no voy ni a la vuelta de la esquina".

La anécdota la protagonizó Rivera al entregarle a Sánchez " un libro que usted no ha leído: su tesis". Sánchez reaccionó dándole "La España vertebrada", el panfleto ultraderechista perpretado por Fernando Sánchez-Dragó y Santiago Abascal, "para que conozcas el pensamiento político de tus aliados".

Además, Sánchez hizo la jugada de la noche al mostrar una carta: "Acabamos de recibir cartas de los trabajadores que luchan contra la violencia de género en Andalucía porque se están haciendo ya listas negras contra ellos". Rivera y Casado, que gobiernan ahora la Junta de Andalucía gracias a los votos de la ultraderecha, hicieron mutis por el foro en esta cuestión.

Si en el debate de TVE Casado dejaba muy claro a Rivera que "usted no es mi adversario", en el de Atresmedia hubo una dura pugna por el liderazgo de la derecha entre ambos, que fue aprovechada con habilidad por Sánchez: "las primarias de las derechas, que rivalizan a ver quien dice la mayor barbaridad".

"Nosotros somos liberales de siempre, Ciudadanos era un partido que hasta hace poco se definía como socialdemócrata", dice Casado. "Nosotros somos liberales, ustedes son conservadores", replica Rivera, que trató de distanciarse del PP en cuestiones como la eutanasia o el aborto, y lanzando mensajes en busca del voto joven.

Pedro Sánchez 'olvidaba' a Pablo Casado y se centraba en Albert Rivera, como despreciando al líder del PP.

El debate en enfangó cuando tocó hablar de la violencia machista. Casado: "Un sucedaneo de presidente como Sanchez no me va a dar lecciones de violencia de género. No le voy a permitir que me señale. Tengo una madre, una mujer, una hija. Es un insulto es decir que el PP no defiende la violencia de genero. Usted utiliza a las mujeres".  Rivera: "Esta lacra afecta a todos, señor Sánchez. No sea usted mezquino, no utilice a las mujeres. Esta es una causa de todos. Este país no se merece este presidente". Sánchez: "riesgo cierto de que estos dos gobiernen con la extrema derecha, que habla de las mujeres de la izquierda piojosas y de la dictadura feminista".

Iglesias se desmarcó del fango: "Estoy sintiendo mucha verguenza por  cómo transcurre este debate".

"Estáis sobreactuando", critica el líder de Podemos. "Deja de dar lecciones", replica Rivera. Y así durante tres horas, que no se hicieron largas gracias al buen trabajo de los cámaras y de los moderadores, Ana Pastor y Vicente Vallés, las pausas publicitarias, y para medir los tiempos.

Eso sí, seguimos sin conocer las propuestas concretas que aplicará cada partido si llega al Gobierno. Habrá que esperar al 29 de abril.