El IRPF ha sido el tributo con más incremento
Funcas confirma el aumento de la presión fiscal entre 2020 y 2022
01:09h
[caption id="attachment_607386" align="alignnone" width="584"] La ministra de Hacienda, María Jesús Montero
Alberto Ortega / Europa Press[/caption] La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha constatado los aumentos constantes, tanto en la amplitud de la base gravada como en los tipos medios aplicados en el IRPF, lo que supone una presión fiscal creciente en los impuestos que pagan los ciudadanos a Hacienda. No le falta razón a Funcas toda vez que la Agencia Tributaria actualizó a finales del pasado mes de marzo las bases, tipos medios y recaudación de las cuatro principales figuras impositivas: IRPF, Impuesto sobre Sociedades, IVA e Impuestos Especiales (IE). Los cuatro tributos, junto a las cotizaciones sociales, son la espina dorsal de los recursos no financieros del Estado. De hecho, en 2022, el peso de esas cuatro grandes figuras impositivas en los citados ingresos no financieros fue del 49%, y del 31% en el caso de las cotizaciones sociales. El director del estudio de Funcas, Desiderio Romero, concluye a la vista de los datos que el crecimiento en la presión fiscal en esos cuatro impuestos no es un fenómeno reciente. Contrariamente, el autor del estudio indica que es un proceso en curso que arrancó en 2010, tras el desplome en la recaudación con el fin de la burbuja inmobiliaria. El aumento de la presión fiscal se aceleró entre 2019 y 2022 hasta situarse en el 18,2%, superando los registros marcados en 2007, ejercicio en el que se alcanzó el 18%. El IRPF sería el impuesto con mayor aumento de la presión fiscal dada la amplitud de la base gravada como por los tipos medios aplicados. Romero explica que este aumento tras la pandemia se debe a lo que llama "progresividad en frío" al no corregirse de forma generalizada por no aplicarse el aumento de la inflación, lo que los economistas llaman deflactación de la tarifa. "La evidencia disponible avala que este aumento en ingresos por IRPF puede favorecer una mejora en la redistribución de la renta; no obstante, también pueden generar costes sobre el crecimiento económico que deberían ser tenidos en cuenta tanto en el debate técnico como político", ha explicado Desiderio Romero.
Alberto Ortega / Europa Press[/caption] La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha constatado los aumentos constantes, tanto en la amplitud de la base gravada como en los tipos medios aplicados en el IRPF, lo que supone una presión fiscal creciente en los impuestos que pagan los ciudadanos a Hacienda. No le falta razón a Funcas toda vez que la Agencia Tributaria actualizó a finales del pasado mes de marzo las bases, tipos medios y recaudación de las cuatro principales figuras impositivas: IRPF, Impuesto sobre Sociedades, IVA e Impuestos Especiales (IE). Los cuatro tributos, junto a las cotizaciones sociales, son la espina dorsal de los recursos no financieros del Estado. De hecho, en 2022, el peso de esas cuatro grandes figuras impositivas en los citados ingresos no financieros fue del 49%, y del 31% en el caso de las cotizaciones sociales. El director del estudio de Funcas, Desiderio Romero, concluye a la vista de los datos que el crecimiento en la presión fiscal en esos cuatro impuestos no es un fenómeno reciente. Contrariamente, el autor del estudio indica que es un proceso en curso que arrancó en 2010, tras el desplome en la recaudación con el fin de la burbuja inmobiliaria. El aumento de la presión fiscal se aceleró entre 2019 y 2022 hasta situarse en el 18,2%, superando los registros marcados en 2007, ejercicio en el que se alcanzó el 18%. El IRPF sería el impuesto con mayor aumento de la presión fiscal dada la amplitud de la base gravada como por los tipos medios aplicados. Romero explica que este aumento tras la pandemia se debe a lo que llama "progresividad en frío" al no corregirse de forma generalizada por no aplicarse el aumento de la inflación, lo que los economistas llaman deflactación de la tarifa. "La evidencia disponible avala que este aumento en ingresos por IRPF puede favorecer una mejora en la redistribución de la renta; no obstante, también pueden generar costes sobre el crecimiento económico que deberían ser tenidos en cuenta tanto en el debate técnico como político", ha explicado Desiderio Romero.