Según informaron las autoridades francesas, se espera que aproximadamente el 60% de los vuelos en los aeropuertos franceses se vean afectados por la huelga. El Aeropuerto de Orly en París cancelará el 75% de sus vuelos, mientras que el Aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle, el principal del país, cancelará el 65% de los vuelos. Otras ciudades importantes como Marsella, Toulouse y Niza también enfrentarán cancelaciones masivas, con porcentajes que oscilan entre el 60% y el 70%. Las aerolíneas han tenido que tomar medidas para mitigar el impacto de la huelga en sus operaciones. Ryanair ha anunciado la cancelación de más de 300 vuelos a nivel mundial, instando a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a tomar medidas urgentes para proteger los sobrevuelos. Iberia cancelará 26 vuelos con destinos como París y Toulouse, así como otros destinos europeos que atraviesan el espacio aéreo francés. Air Europa y Air Nostrum también se ven obligadas a cancelar varios vuelos debido a la huelga. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha reiterado su solicitud a la Unión Europea para que proteja los vuelos que atraviesen Francia durante las huelgas de control aéreo. Argumentan que la huelga podría causar retrasos en casi el 50% de los vuelos en España, lo que afectaría tanto a pasajeros como a compañías aéreas. A pesar de la cancelación de algunos vuelos, el sindicato mayoritario de controladores aéreos en Francia, SNCTA, se ha desvinculado de la huelga, mientras que otros dos sindicatos, UNSA-ICNA y USAC-CGT, mantienen la convocatoria. Esta incertidumbre sobre la continuidad de la huelga plantea preocupaciones para las aerolíneas y los pasajeros por igual. Con los Juegos Olímpicos de París programados para julio, la situación podría empeorar si continúan las huelgas, lo que podría afectar el funcionamiento del servicio aéreo durante el evento deportivo de gran magnitud.