Carlos Torres envió una carta el 5 de mayo a Josep Oliu, un día antes de la reunión del consejo de Banco Sabadell

BBVA había informado a Banco Sabadell que no podía mejorar la oferta de la fusión

01:09h

[caption id="attachment_687975" align="alignnone" width="584"] El presidente del BBVA, Carlos Torres
BBVA[/caption]   Una vez que el consejo de administración del Banco Sabadell dijo 'no' a la propuesta de fusión que le había ofrecido el BBVA, los analistas y expertos habían comenzado sus análisis concienzudos sobre cuál podría ser el siguiente paso del banco dirigido por Carlos Torres. Había consenso en que sólo podía haber tres posibilidades: que la entidad mejorara su oferta, ofreciendo más prima en el canje; que además incorporara dinero en efectivo a esa oferta o, la más dura, que presentara una OPA hostil. En el mercado se recordaba que en la anterior oferta del BBVA sobre el Banco Sabadell de 2020, cuando la entidad de Josep Oliu rechazó la oferta, el banco de Carlos Torres abandonó sus pretensiones y se retiró. Cuatro años más tarde, y tras presentar la nueva oferta, el propio Torres ha enviado una carta a Oliu para explicarle que no podía mejorar su oferta para fusionarse. La misiva, según ha explicado Banco Sabadell a la CNMV, llegó el pasado domingo, 5 de mayo, un día antes de la reunión del consejo de administración en la que se debería dar respuesta a la oferta, que como se sabe, resultó negativa. En dicha carta, Torres explicaba a Oliu que "no había espacio para mejorar en términos económicos" la oferta que habían presentado.
"Te escribo en seguimiento del correo que te enviaba el pasado martes en el que te adjuntaba nuestra propuesta con los términos para una fusión. Entiendo que la estáis evaluando exhaustivamente para darnos respuesta, y en ese sentido considero que es muy importante que tu consejo de administración conozca que BBVA no tiene ningún espacio para mejorar sus términos económicos", decía el texto enviado por Torres y que Oliu ha hecho público íntegramente. Torres insiste en que en su propuesta se había "agotado todo el espacio" que había disponible y que no se podía ofrecer una prima mayor, recordando que su capitalización bursátil ya se había visto mermada en 6.000 millones de euros. En este sentido, cabe recordar que mientras las acciones de BBVA perdían más de un 8% en la Bolsa, las del Banco Sabadell subían más de un 8%, por lo que la prima inicial del 30% se recortaba hasta cerca del 18%. El presidente de BBVA trasladaba a su homólogo del Sabadell que la ecuación de canje propuesta para la fusión (4,83 acciones de Sabadell por cada título de BBVA, equivalentes a 2,26 euros por acción en el momento de realizar la oferta) suponía "una importante prima" del 30% frente a los precios del día 29 de abril. "Pero la prima es del 48% frente a los precios prevalentes cuando la consideró nuestro consejo, a mediados de abril, cifra que supera con creces la prima que entonces nos planteábamos ofrecer para iniciar las negociaciones. Es decir, en nuestra propuesta ya hemos agotado todo el espacio que teníamos, al haber mantenido una prima del 30% a pesar de la gran subida relativa de vuestra acción desde mediados de abril hasta el día 29", añadía Torres Adicionalmente, proseguía Torres, desde el lanzamiento de la oferta de fusión "el mercado también ha dejado claro que no hay más posibilidad de subida, pues la capitalización bursátil de BBVA ha descendido en el periodo en más de 6.000 millones de euros". "Esta situación impide absolutamente que podamos pagar más prima que la que ya ofrecemos, porque si lo hiciéramos es previsible que de nuevo cayera nuestro valor (incluso en una cantidad superior al incremento en prima que hiciéramos)", subrayaba Torres a Oliu. Los argumentos y explicaciones dados por Torres, sin embargo, no convencieron ni al presidente ni a los consejeros del Banco Sabadell, que un día después de haber recibido esta misiva, decidieron rechazar la oferta. El 6 de mayo concluían que "el consejo confía plenamente en la estrategia de crecimiento de Banco Sabadell y en sus objetivos financieros y es de la opinión de que su estrategia como entidad independiente generará un mayor valor para sus accionistas", al tiempo que calificaba la oferta del BBVA de "no solicitada, indicativa y condicionada". La razón principal que esgrimió el consejo de la entidad catalana es que la oferta "infravalora significativamente" el proyecto de Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente. A ello sumaba que con la respuesta de los inversores desde que se presentó la oferta, se había producido una caída "significativa" y la volatilidad en el precio de la acción de BBVA en los últimos días genera una "incertidumbre adicional" sobre el valor de la propuesta. Y sólo habían pasado seis días desde que el 30 de abril la entidad de Carlos Torres presentara oficialmente su oferta.
BBVA proponía un canje de una acción de nueva emisión de BBVA por cada 4,83 acciones de Sabadell, con una prima del 30% sobre el valor al que cotizaba Sabadell el lunes 29 de abril. Siguiendo este canje, BBVA estaba dispuesto a realizar una emisión de acciones de 1.126 millones de euros, que representaban entonces un 20% de su capitalización bursátil. Además, el banco estimaba unos ahorros de costes de 850 millones de euros y unos gastos de reestructuración de alrededor de 1.450 millones de euros, lo que suponía un impacto de 30 puntos básicos sobre la ratio CET1. La misma correlación en el canje se producía en el consejo de administración del banco una vez fusionado, ya que desde el BBVA ofrecían incorporar tres miembros de Banco Sabadell como consejeros no ejecutivo en el consejo de administración de BBVA. Además, uno de ellos sería propuesto como vicepresidente.