Luz y taquígrafos

De la “boutade” a la acusación

01:09h

Sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. El domingo se celebraron elecciones autonómicas en el País Vasco y ganó el PNV aunque quedó empatado a escaños (27) con EH-Bildu. El PSE-EE subió dos escaños (de 10 a 12) y Sumar sacó uno. De todo ello, dedujo el líder del PP, Alberto Núñez Feijó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “es indisociable del independentismo y ha convertido al PSOE en un partido menguante”. Como primera boutade de la sesión no estuvo mal, pues el PP, que subió un escaño (de 6 a 7) ha menguado el doble que el PSOE, según la lógica “albertina”. Poco esfuerzo intelectual necesitó Sánchez para responder: “Nueve de cada diez votos el domingo en Euskadi –le dijo-- fueron a partidos políticos que apoyaron esta investidura, a este Gobierno y las políticas que estamos desplegando durante estos meses de legislatura”. Si Feijóo sacó su conclusión, Sánchez también: “Ése es el resultado –dijo-- de la política de confrontación, de desinformación y de bulos que ustedes están practicando. Les ganamos nueve a uno”, concluyó en términos deportivos. Si la pregunta textual del jefe de la oposición al de gobierno era tan genérica como resbaladiza: “¿A quién consulta usted como Presidente?”, decía en el orden del día, la del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, fue muy concreta y directa: “¿Cree usted en la Justicia?” Se refería al sistema judicial y lo que interpretó como prácticas averiadas en el tratamiento del “procés”, el espionaje a los dirigentes independentistas catalanes, la imputación de “terrorista” a Puigdemont y otros “promotores” del “tsunami democratic” e, incluso, al espionaje con el sistema Pegasus al propio jefe del Ejecutivo y al menos un ministro. La respuesta del presidente Sánchez fue también muy concreta: “Pues fíjese, en un día como hoy, y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la Justicia de mi país”. El presidente se refería implícitamente a la investigación sumarial abierta por el juzgado 41 de Madrid contra su esposa Begoña Gómez. Según una información difundida a última hora del martes, 23 del corriente, ese juzgado ha admitido una denuncia de Miguel Bernad, un tipo que al frente del dizque sindicato Manos Limpias, se dedica a instrumentar causas judiciales para cobrar importantes cantidades de dinero de bancos y empresas. Las supuestas extorsiones eran, por lo visto, plenamente legales, ya que el autor ha sido absuelto recientemente. Su denuncia contra la esposa del jefe del Gobierno la acusa de tráfico de influencias y corrupción en los negocios por su tarea docente en el IE África Center. Como es sabido, el líder del PP, Núñez Feijóo, abrió la veda contra la esposa del presidente desde que éste le reclamara en el Pleno del Congreso hace dos meses que pidiera la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por las mordidas millonarias de su pareja de hecho, Alberto González Amador, en la contratación de mascarillas contra la pandemia del coronavirus. A partir de la respuesta de Feijóo aludiendo a la familia de Sánchez, ningún familiar ha quedado exento de severas observaciones o espionajes. La verdad es que la expresión de Sánchez “en un día como hoy” se refería también a la responsabilidad judicial por la fuga del presunto jefe de la Mocro Mafia holandesa, Karim Bouyakhrichan, a quien la Audiencia Provincial de Málaga concedió la libertad cautelar hace dos meses después de depositar una fianza de 50.000 euros. El capo mafioso iba a ser llamado por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno y por un jugado de Marbella ante el que tiene causas pendientes, pero se ha esfumado tan solo una semana después de que la monarquía holandesa agradeciera a la española la acción policial y judicial contra el poderoso y dañino delincuente. Por lo demás, la semana parlamentaria ha dejado asuntos tan significativos como el rechazo del PP a la ayuda humanitaria a los palestinos de la masacrada franja de Gaza y los también desaforados intentos del acendrado pro israelí Elías Bendodo de vincular al exministro de Sanidad y candidato socialista a la presidencia de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, con la “trama Koldo” de compra de mascarillas. “La justicia le pisa los talones”, llegó a afirmar Bendodo sobre Illa, quien aclaró que habló una vez con Koldo y para indicarle que se dirigiera a los técnicos de su departamento, que, por cierto, no utilizaron sus servicios. Koldo compareció en la comisión de investigación paralela auspiciada por el PP en el Senado, pero sólo contestó al portavoz del PP que le llamó “miserable”, recordando el refrán: “Cree el ladrón que todos son de su condición”.