Según el informe presentado por Cepsa este viernes, en febrero la empresa desembolsó 122 millones de euros correspondientes al primer tramo del impuesto extraordinario a las energéticas, lo que tuvo un impacto significativo en sus finanzas. Sin embargo, en términos ajustados, Cepsa logró un beneficio neto en el primer trimestre de 226 millones de euros, lo que supone un incremento del 28,5% respecto al año anterior. Además, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se elevó a 583 millones de euros, un 5% más que en el mismo período del año anterior. La empresa destaca que esta mejora se produjo sin la contribución de los activos de Abu Dabi, los cuales fueron vendidos en marzo de 2023. Además, se benefició de un entorno robusto en el sector de refinación durante el período analizado.

Flujo de caja

Las operaciones de Cepsa alcanzó los 318 millones de euros en el primer trimestre de 2024, en comparación con los 274 millones del mismo período del año anterior, lo que demuestra la resiliencia en la generación de efectivo de la compañía. A pesar de estos avances, la deuda neta de Cepsa aumentó un 2% con respecto al cierre de 2023, situándose en 2.344 millones de euros. No obstante, la empresa mantiene una posición de liquidez sólida, con 4.565 millones de euros disponibles para cubrir los vencimientos en los próximos años. En cuanto a inversiones, Cepsa destinó 217 millones de euros en el primer trimestre de 2024, de los cuales el 46% se dirigieron a proyectos sostenibles en línea con su estrategia Positive Motion. Como parte de estas inversiones, la empresa ha iniciado la construcción de la mayor planta de biocombustibles de segunda generación en el sur de Europa, en colaboración con Bio-Oils. Además, como parte de su estrategia, Cepsa ha alcanzado un acuerdo para la venta de sus activos de Exploración y Producción en Colombia, aunque está sujeto aún a la aprobación regulatoria. Estos movimientos reflejan el compromiso de la compañía con el desarrollo sostenible y la adaptación a un mercado en constante evolución.