La verdad es que para la economía estadounidense, y para cualquiera, es muy importante que sus cadenas comerciales informen de ventas superiores a lo previsto, pero me queda la duda de si las previsiones eran demasiado estrechas de forma intencionada o es que se está produciendo un aumento del consumo que escapa de las estadísticas.

Sea como fuere, el caso es que las buenas noticias procedentes de estas cadenas de distribución animaron un cotarro que ya estaba de por sí bastante animado tras los máximos del día anterior y empujaron de nuevo al alza las cotizaciones hasta cerrar de nuevo en máximos históricos.

Esto parece que va a ser una sucesión interminable de nuevos hitos, porque para más alegría, al término de la jornada, el secretario del Tesoro, Jack Lew, manifestó que el acuerdo entre demócratas y republicanos para salir del secuestro presupuestario está cercano.

De momento, la Casa Blanca ha presentado a las Cámaras un presupuesto restrictivo que trata de embridar el déficit en los próximos años y entre bambalinas negocia con los republicanos. Si se confirman las previsiones de Lew, el gran escollo quedaría salvado y las previsiones de entrada en recesión de la economía estadounidense quedarían en agua de borrajas.

Y mientras llega el momento, el mercado sigue a lo suyo. De máximo en máximo. Al cierre, el Dow Jones avanzó un 0,42%, el S&P 500 un 0,36% y el Nasdaq Composite un 0,09%