Ya lo ven. Un tweet de Associated Press dando cuenta de unas explosiones en la Casa Blanca y de lesiones al mismísimo presidente y lo que tardó en producirse el desmentido. Fueron apenas dos minutos de caída, pero menuda caída.

AP dio cuenta de que su cuenta de twitter había sido hackeada y las aguas volvieron a su cauce, pero el miedo se apoderó de más de uno durante un buen rato. Suerte que en Estados Unidos todas estas cosas se investigan a fondo, porque me temo que alguien puede haberse hecho de oro y que la SEC va a investigar una por una todas las operaciones de cualquier género en el mercado en esos dos minutos y un poquito antes. Y seguro que encuentra algo.

Este incidente restó protagonismo a una sesión claramente alcista, la más clara de los últimos días, en la que los inversores se han contagiado del renovado optimismo europeo y han celebrado un buen dato de precios de vivienda, que han subido y esto siempre es una buena señal cuando lo que se buscan son indicios de que se está saliendo del bache.

Eso sí, tras el cierre vendrá la traca de resultados de empresas, con la esperadísima Apple a la cabeza. De ellos va a depender en gran medida que las buenas maneras apuntadas hoy se mantengan por más tiempo.

Al cierre, el Dow Jones ganó un 1,05%, el S&P 500 un 1,04% y el Nasdaq Composite un 1,11%.