Pero incluso con esta idea, Wall Street no puede resistir la tentación de «hacer la del pulpo a los europeos». Desde que a las dos y media de la tarde salió el dato de empleo hasta las cinco y media en que cerraron los europeos, el dato era malísimo y no hacía sino anticipar que la Fed iba a comenzar a retirar estímulos antes de lo previsto. Al cierre, el dato era buenísimo, indicaba que la economía estadounidense va como debe ir y no tiene por qué hacer que la Fed anticipe nada.

Conste que no tenía ningún mérito adivinar semejante cosa. Desde hace días, Wall Street solo quiere ver la botella medio llena y meter presión a los europeos no tenía otro objetivo que «parar» el subidón de la víspera y que todo volviera a niveles más razonables. En definitiva, recortar la ventaja que Europa había tomado aprovechando el festivo americano.

Ahora ya lo tenemos más o menos todo equilibrado y el lunes se verá dónde están las fuerzas y dónde no lo están. En Europa, parece que podemos contar con el FTSE, pero el Dax ha decepcionado hoy a todo el mundo. En cambio, en Wall Street, se ha cerrado en máximos del día, con un avance digno de ser tenido en cuenta y mostrando fuerza. La noche y el día, como puede apreciarse.

Tan distinta es la situación en uno y otro mercado que en Wall Street los índices han superado con solvencia la resistencia formada en la media móvil de 50 sesiones como podemos ver en el Dow Jones:

Al cierre, el Dow Jones avanzó un 0,98%, el S&P 500 un 1,02% y el Nasdaq Composite un 1,04%. Está claro que están viendo sólo la parte positiva. A ver lo que dura…