Ni siquiera un mal dato de ventas de viviendas puede con Wall Street, y eso que se trata de uno de los datos macro más seguidos por los inversores en los últimos tiempos. los que mandan en el mercado americano siguen empeñados en elevar las cotizaciones hasta el cielo en tanto que la Fed mantenga su barra libre de liquidez y a fe que lo están consiguiendo.

Es como si ahora la idea preponderante fuera el famoso «carpe diem«. Se preocuparon mucho por el anunciado fin de la política de estímulos y se sugirieron teorías y plazos de todo tipo. Los mercados recortaron de lo lindo en muy poco tiempo y ahora parece que han decidido mirar para otro lado y funcionar como si no hubiera horizonte. Disfrutar el momento y no dejarse llevar por la preocupación hasta el momento mismo en el que haya que comenzar a preocuparse.

Qué quieren que les diga. Ni me pareció bueno el pánico que pareció extenderse en aquellos momentos, ni es bueno que ahora parezcan ignorar todo. Y cuando digo todo, digo todo. Desde un techo de deuda rebasado de nuevo a un presupuesto recortado por el famoso «sequester«. Nada parece que vaya con ellos…

Lo que sí van son los resultados empresariales y resulta que las empresas van presentando por lo general beneficios que dejan tranquilo al personal. Eso sí, cuando no son los esperados, más allá de que sean o no buenos, le atizan al valor con todas sus fuerzas. Acuérdense de Microsoft o AMD el pasado viernes.

Hoy todos parecen haber quedado satisfechos con los resultados de McDonalds, peores de lo esperado pero con un buen «outlook» para los trimestres venideros. Eso sí, que nadie se confíe. Sólo en esta semana se presentan los resultados de 157 de las 500 compañías del S&P 500, destacando el martes Apple tras el cierre del mercado. Mucho de lo que tenga que pasar pasará esta semana, pero el mercado anticipa que si las noticias son buenas, está dispuesto a seguir subiendo.

Al cierre, el Dow Jones avanzó un 0,01%, el S&P 500 un 0,20% y el Nasdaq Composite un 0,36%.