El descenso del paro registrado en diciembre en más de 10.000 personas fue una buena noticia pero que debe matizarse porque en ese mismo mes el número de afiliados a la seguridad social también descendió en más de 27.000 personas cuando lo lógico habría sido lo contrario.

Las estadísticas sobre la evolución del desempleo y la ocupación son complejas y parece que  algunas muestran un cierto agotamiento en su capacidad para reflejar lo que ocurre en la realidad. Las cifras de diciembre en cuanto a paro registrado en las oficinas del INEM han constituido una sorpresa para los analistas que no acaban de ver claro que representen una mejora de la actividad general como cabría esperar de las mismas.

La reducción del número de parados registrados de diciembre se produjo en el sector servicios, lo que sería lógico dadas las contrataciones de todo tipo que se producen con motivo de las fiestas navideñas, y en el colectivo sin empleo anterior. Junto a ello el paro aumentó en la construcción, por el parón invernal, y en la industria. Normalmente el mes de diciembre muestra aumentos del paro y no reducciones. Por eso sorprende más la cifra.

Pero lo que no acaba de entenderse a simple  vista es como si el paro registrado desciende no aumenta el número de afiliados a la Seguridad Social, salvo que se esté produciendo un descenso muy importante en el volumen de la población activa, es decir que mucha gente que hasta ahora ha manifestado estar trabajando o buscando activamente un empleo manifiesten ahora que han dejado de hacer esto último.

Esta cuestión se verá en las próximas semanas cuando el Instituto Nacional de Estadística publique los resultados de la Encuesta de Población Activa correspondientes al cuarto trimestre del año. En principio, la EPA se considera el indicador más certero sobre lo que ocurre en realidad en el mercado de trabajo. Tanto los datos del paro registrado como las estadísticas de afiliación a la Seguridad Social muestran aproximaciones a lo que acaba mostrando la EPA.

El registro de paro es voluntario, es obligatorio si se quiere percibir el subsidio de desempleo, y por lo tanto está sujeto a variaciones ‘externas’ a la propia realidad del mercado laboral. En épocas de auge se suele apuntar gente que hasta entonces no había mostrado mucha disposición a emplearse y en momentos de crisis la falta de ofertas de empleo puede disuadir a personas a acudir a las oficinas del INEM ante la falta de perspectivas.

La afiliación a la Seguridad Social es un indicador más afinado sobre el nivel de actividad real de la economía, aunque también puede experimentar variaciones periódicas que no acaban de explicarse del todo. En cualquier caso lo que si ocurre es que estos dos indicadores acaban convergiendo si no se toman los datos mensuales sino se consideran los trimestrales o los anuales. De hecho en el último trimestre del año pasado el paro registrado aumentó en 82.000 personas y el número de afiliados a la Seguridad Social descendió en 86.000.

Estas últimas cifras permiten pensar a los analistas que la EPA del cuarto trimestre reflejará una caída de la ocupación de cierta importancia, en consonancia con la menor actividad registrada en la última parte del año por el ajuste fiscal y la subida del IVA, que puede incluso compensar las alzas registradas en el segundo y el tercer trimestre del año de forma que el ejercicio termine globalmente con un saldo negativo de la ocupación.

Para el ejercicio actual las previsiones del Gobierno hablan de una creación de empleo neto en el conjunto del año de unas 100.000 personas, cifra que los analistas privados reducen en torno a la mitad ya que consideran que la primera mitad del año seguirá siendo mala en términos de creación de empleo y que en la segunda se empezará a crear empleo de forma limitada.

Estas dos visiones contrapuestas se sustentan en las distintas previsiones de crecimiento del producto interior bruto que pronostican unos y otros. Mientras el Gobierno mantiene el 1,3% de crecimiento económico, los institutos privados de previsión están en el 0,7% de crec8imiento, aunque es cierto que vienen revisando sus cifras al alza desde hace unos meses, tendencia que podría mantenerse en los próximos meses.