La tensión entre Estados Unidos y Rusia es muy evidente desde hace ya algunos años y Siria parece estar sirviendo de piedra de toque para que unos y otros comprueben hasta donde se puede tensar la cuerda.

De momento, Obama ha dicho que el uso de armas químicos no puede quedar sin castigo y Putin le ha respondido que si el castigo es un ataque, que sepa que se va a encontrar de frente a Rusia apoyando y vendiendo armas a Siria.

¿Y por qué nos cuenta esto este tipo en lugar de hablar de Bolsa? Aunque no se lo crean les estoy hablando de Bolsa. La sesión iba viento en popa tras conocerse el dato de empleo en Estados Unidos, peor de lo esperado, y sus revisiones de meses anteriores, todas a la baja.

Ya saben, si el dato es malo la Fed tardará más en retirar los estímulos o al menos así lo asumen en el mercado. Y el dato no fue bueno, lo que colmó de alegría a quienes siguen erre que erre con la bondad de los estímulos, ni malo, lo que evitó una caída sorpresa.

¿Entonces por qué cayó antes del cierre con esa rotundidad? Por lo que les he contado al principio, Putin, Siria y el resurgir de miedos ancestrales de enfrentamientos entre bloques y guerras frías.

¿Ta exagerada fue la cosa? Mejor un gráfico, que lo dice todo:

No fue cualquier cosa, no. Lo que no he llegado a descubrir es por qué paró ahí, pero tengan por seguro que lo pararon los que mandan en el cotarro, porque el que más y el que menos quería salir por piernas.

No obstante, el mercado recuperó con rapidez, casi con la misma con la que había caído, y cerró con buenas ganancias en los índices europeos. Están locos estos inversores, que diría Obélix.

Al cierre, el Dax subió un 0,49%, el FTSE un 0,23%, el CAC un 1,06% y el Ibex un 1,23%