Nada se arregla al otro lado del Atlántico y a este lado, en la costa mediterránea, los acontecimientos que se van sucediendo en Italia no ayudan precisamente a que los mercados se inunden de optimismo.

La situación política italiana es complicada desde hace 40 años, pero es infernal desde hace ya unos cuantos meses. El jefe del gobierno depende del apoyo de Berlusconi y eso siempre añade un punto de desquiciamiento. Ahora amenaza de nuevo con romper la coalición si se le impide el paso al parlamento en cumplimiento de una sentencia judicial.

Sería cómico si no fuera grave. Italia está económicamente tocada y políticamente descontrolada. Las últimas elecciones, lejos de aclarar el panorama, lo han agravado más con la irrupción de los antipolíticos en el Parlamento y las posibilidades de que se tenga que ir a unas nuevas elecciones de resultado cada vez más incierto son cada vez mayores.

Es una de las diez mayores economías mundiales y el mercado no está para sustos. Pero a Berlusconi siempre le han salido bien sus bravatas para poner por encima sus intereses particulares a los intereses del Estado. En realidad, nada muy alejado de lo que tenemos por aquí, aunque con otros modos. No he visto a los diputados renunciar a dietas cuyo cobro es inmoral, ni ir en transporte público, ni…

Bueno, volvamos al meollo de lo que hoy nos ocupa. Las Bolsas desearían que no se enconara más la situación en Italia ahora que se viven los primeros síntomas de una recuperación apreciable, pero parece que eso no va a ser posible. La clave va a estar el próximo 4 de octubre, que es la fecha fijada para la prueba de fuerza de Berlusconi.

En fin, y al otro lado del Atlántico, los políticos de turno tampoco «progresan adecuadamente». Con sus tics americanos, y sus modos extraños, allí también cuecen habas y esta vez son muy grandes. Queda un día menos para que la administración federal tenga que enviar a sus casas a buena parte de sus trabajadores por la falta de acuerdo presupuestarios para poder pagarles.

Complementariamente, el techo de deuda no se ha ampliado y eso pone en peligro el pago de los intereses de emisiones de deuda ya en circulación. No es de extrañar que los mercados estén de los nervios.

Esta noche les cuento si ha habido alguna novedad, porque la jornada ha comenzado con Obama lanzando dardos a los republicanos y éstos en plan Don Tancredo erre que erre. Al menos, se valoró bien que las peticiones iniciales de desempleo hayan vuelto a caer esta semana.

Pues ya ven cómo está el panorama. Seguiremos destacando las ganas del Ibex y la cautela general de todos. Bajan y vuelven a las posiciones de partida, controlando de momento la situación. Eso sí, en cuanto pierdan el control el batacazo puede ser de consideración.

Al cierre, el Dax perdió un 0,02%, el CAC un 0,21%, el FTSE avanzó un 0,21% y el Ibex un 0,32%. El selectivo español, sigue dando muestras de fortaleza. Lástima que el momento sea tan malo.