Hoy era el día en el que el Ibex debería haber confirmado todos los buenos pronósticos y haber festejado que el Gobierno tiene motivos para mejorar el cuadro macroeconómico del próximo año.

Hoy era el día en el que el pobre Mariano debería haber salido ante la prensa a decir aquello de «hasta los mercados reconocen que las cosas se están haciendo bien» (ojo, que es lo que él diría, no lo que yo digo), pero no ha podido ser. Hoy, a la hora de salir a decir esas cosas, el Ibex se teñía de rojo.

Y es que Mariano ha cumplido con su parte, ha logrado una mejora de la economía (podríamos extendernos varios cientos de días hablando del precio pagado o de las oportunidades desperdiciadas) y ha presentado un presupuesto para el próximo año. Pero al otro lado del Atlántico, Obama, el paladín del país de los paladines de la recuperación y los estímulos, no ha conseguido hacer un presupuesto ni siquiera para 2013 y llega el momento en el que no tiene dinero para pagar la nómina de los trabajadores públicos.

Si nada lo remedia, el martes se irán a su casa más de la mitad de los empleados de la administración federal ya que no hay dinero consignado para poder pagarles la nómina de octubre y la lucha partidista hace que se haya convertido en moneda de cambio de posiciones dogmáticas.

Y a los mercados no les ha sentado bien. El bueno de Mariano cumpliendo y Obama descumpliendo y, lo peor de todo, los mercados parecen tener más en cuenta lo que pase con Obama que lo que pase con Mariano.

Presidente, tranquilo. Los mercados no quieren más a Obama que a tí, es sólo que las malas noticias les ponen de los nervios, vengan de donde vengan. ¿Recuerdas cómo les ponía de nerviosos aquello del inminente rescate a España? Pues ahora están más de los nervios todavía porque lo que se está jugando es el «default» de Estados Unidos si las cosas se llevan al extremo.

No es que no tengan en cuenta, Mariano. Es que están temblando solo de pensar la que se puede venir encima. Podrías llamar a Obama y pedirle a Ana Botella que le diga que se tome una «relaxing cup of cafe con leche» con el republicano de turno y que lo arregle de una vez.

Porque mira que es mala suerte que en el día en el que esto empieza a parecer que tiene arreglo, todo ande descontrolado al otro lado del Atlántico. Por cierto, si ya que estás con Obama vas a hacer una ronda de llamadas, aprovecha para decirle a la señora Merkel que no nos tenga con el suspense y acelere el asunto de negociar una coalición de Gobierno.

Y si aún tienes en el móvil el número de Berlusconi, podrías también decirle que deje de tensar la cuerda. Bueno déjalo que vas a gastar el saldo y somos todos los que recargamos tu tarjeta, me temo.

En fin. Pobre Mariano. Ha tenido que salir De Güindous a hacer la faena de aliño y repetir lo que viene repitiendo como un mantra desde hace ya semanas. Por cierto, no puedo dejar de reseñar lo listos que son todos en la familia del ministro. Un hermano concejal, una sobrina alto cargo de Competencia… Así da gusto.

Al cierre, el Dax perdió un 0,03%, el FTSE un 0,81%, el CAC quedó en tablas, un 0,00% y el Ibex un 0,47%. Incluso se ha tenido que «comer» algunas alegrías precedentes y no ha podido aprovechar el tirón final del Dax. Está visto que a Mariano le ha mirado un tuerto