Políticos al fin y al cabo

27/09/2013

M. L. Muchas veces maldecimos los españoles de nuestros políticos. De la "casta". Y no nos falta razón. Pero debemos saber que no somos los únicos con derecho a quejarnos. Vean si no la que tienen organizada en Estados Unidos. Políticos al fin y al cabo...

Da igual de qué país se trate, el régimen político existente, la ideología de quien detenta el poder, el sistema de toda de decisiones… Da todo igual. Se trata de política y de políticos. Esa gente capaz de cualquier cosa menos de hacer lo que se espera de ellos.

Uno espera que en algún país del mundo los políticos sean capaces de echar a un lado los abstrusos intereses partidistas y poner por encima los intereses del conjunto del país, que al fin de al cabo son los intereses de sus ciudadanos.

En realidad es aquí donde está el problema. En la primera de las aproximaciones a lo que supone la política. Todos llegan a la política hablando de servicio público y no se cuantas tonterías más y al cabo de un par de sesiones parlamentarias y sin necesidad de haber tomado jamás la palabra se han olvidado por completo de los intereses de los ciudadanos que los votaron.

Claro, que la culpa la tienen los ciudadanos, que siguen votándoles. A los unos y a los otros. Aquí y en Estados Unidos. Es más, allí más que aquí, aunque sea solo porque tienen muchas menos opciones de elección.

Pues eso, que siguen enzarzados. Que en el Senado han logrado aprobar una ley que permite al Gobierno de Obama mantenerse a flote hasta el 15 de noviembre, lo que dejaría margen para intentar de nuevo la negociación. Pero tiene que volver a la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen la mayoría y no parecen dispuestos a dar su brazo a torcer.

¿Y el presidente? Amenazando claramente a los republicanos. Culpàndolos hasta de la muerte del soldado desconocido cuando en realidad no son los únicos culpables. Llevan meses advirtiendo que hay que recortar el gasto y Obama mirando hacia otro lado. Ahora llega el pulso y el lunes tiene que vencer uno de los dos bandos.

Si son los republicanos los que vencen, Obama se queda sin el programa estrella de su mandato, el conocido como ObamaCare, que ha despertado las iras de los republicanos. Si es Obama el que vence, Estados Unidos se queda sin una nueva oportunidad de contener los gastos. Y si no vence ninguno, los empleados federales se van el martes a sus casas.

En el mercado están muy pendientes de todo lo que rodea al presupuesto, tanto que han pasado casi por alto unas palabras del presidente de la Fed de Chicago Charles Evans, en el sentido de que la retirada de estímulos podría perfectamente esperar a enero.

Los nervios han llevado a los índices a su peor semana desde agosto. Desde entonces no se cerraba una semana en rojo, pero ni así se me quita la sensación de que en el mercado hay una fe ciega en que no llevarán las cosas al límite de la tragedia, aunque es posible que en términos temporales estén rozándola y lleguen a un compromiso «in extremis». No quiero ni pensar si el lunes no hay acuerdo la que se puede organizar.

En fin, que políticos al fin y al cabo. Nada nuevo bajo el sol. Nada que no conozcamos.

Al cierre, el Dow Jones perdió un 0,46%, el S&P 500 un 0,41% y el Nasdaq Composite un 0,15%.

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