Los inversores están adelantándose a nuevos tiempos de incertidumbre y, tras el susto de Italia, y con el Gobierno estadounidense a medio cierre, han optado por abrir la espita y mover su dinero, que está hambriento de multiplicarse. No obstante, ha sido el índice español el único en desmarcarse de los acontecimientos, situándose en máximos de los últimos dos años, mientras la mayoría de las plazas europeas terminan la semana cediendo terreno ante tanto sobresalto.

De momento, y tras el primer susto de Estados Unidos y la sempiterna trifulca entre demócratas y republicanos, con el cierre de Gobierno a medio gas (este viernes no pudieron publicar los datos del paro), lo que más preocupa es lo que pasará el 17 de octubre y si ambos partidos aprueban elevar el techo de gasto un año más. Eso sería lo grave, que se no se aprobara y la mayor potencia mundial dejara de pagar su deuda. La hecatombe no tendría precedentes. Pero ni el Daw Jones neoyorkino quiere precipitar un posible fracaso, y aunque abrió en rojo, poco después del inicio de la sesión se mantuvo en verde.

En este in passe, la última sesión de la semana acabó en verde en las principales plazas europeas, destacando el impulso del Ibex con una subida del 1,35%, lo que le ha llevado a superar la cota de los 9.400 enteros y colocarse en niveles de enero de 2011. Pero también el índice italiano Ftsemib superó (,16%) incluso al Ibex. En el resto de las plazas, el Dax alemán mejoró su posición un 0,3%, el CAC 40 francés subió un 0,90% y el FTSE 100 londinense un 0,1%.

En datos semanales, la renta variable ha cerrado en negativo en Europa y Estados Unidos, salvo la excepción de España, donde el cambio de titularidad de acciones está a la orden del día. Algún analista nos recuerda que esta situación de distribución incesante de títulos suele ser un pre-aviso de próximos recortes. Esta semana se ha dejado llevar por la inercia alcista, mucho mayor que en el resto de las plazas europeas.

De no haber ningún nuevo “susto” antes del próximo 17 de octubre (ya conocemos que a los políticos les gusta alcanzar los acuerdos en el último segundo), la próxima semana se aventura tranquila. Y será en la que comienza el 14 de octubre cuando empiecen a aparecer los nervios, ya que el el Tesoro americano ha asegurado que a partir del 17 de octubre Estados Unidos se quedará sin liquidez para atender su deuda.

Así las cosas, el Ibex español se movió en zona verde durante toda la sesión, impulsada por la banca y convirtiéndose Telefónica en uno de los valores protagonistas, que después de más de un año logró que su acción cotizara por encima de los 12 euros. La razón no ha sido otra que la dimisión en la tarde del jueves del presidente de Telecom Italia, Franco Bernabe, lo que supone la eliminación de uno de los últimos obstáculos para que la compañía de César Alierta entre de lleno en la operadora italiana.